Según la colaboradora, el torero sí estaba dispuesto a recibir esas cajas y, por ello, mandó que el camión que las traía entrase en la propiedad para descargarlas ya que se trataba de un gran número. Pero ahí fue cuando ya empezaron los problemas: "El repartidor le dice que no puede entrar dentro, que le han dicho que lo tenía que repartir fuera. A todo esto, con la prensa ya grabando el camión, la conversación...Mi padre le dice que en la calle no va a recibir los paquetes y no van a estar descargando fuera", una formas que no gustaron nada.
Fue entonces cuando Ortega Cano se pone en contacto con su abogado para saber cómo deberían proceder ante esta situación y este les dice que es mejor no quedarse con esas cajas ya que deberían de haberse producido anteriormente conversación entre abogados ya que precisamente ambas partes tienen varios procedimiento judiciales abiertos: "Para que luego no haya problemas de 'se llevó tal', 'en la caja iba' y nadie pueda decir lo que no es". Cuando todo esto estaba ocurriendo, incluso la propia Rocío Carrasco se puso en contacto con Aniceto, hermano de Ortega Cano, para confirmarle que efectivamente esas cajas las había mandado ella si ningún tipo de mala intención, pero estos no lo vieron de la misma forma: "Viendo que lo dice en la serie documental, que luego ya estaba la prensa grabando, no me parece la cosa más lógica para hacerlo. Si de verdad quieres darnos las cosas, se hace bien, no así".
Gloria Camila reconoce echar en falta a su hermana
Gloria Camila no pudo pronunciar estas palabras sin romper a llorar al recordar esos tiempos pasados de su familia en la que todos estaban mucho más unidos. Por ello, la colaboradora no ha dudado en dar un paso al frente abriendo la puerta a un posible acercamiento con Rocío Carrasco. "Hay una conversación previa que todavía no existe y por la que las cosas se habrían hecho de forma diferente", confesó reconociendo que no tendría que ser ella la que levantase primero el teléfono: "Yo sé que no soy culpable de que ella dejase de hablar con nosotros, sé que no me corresponde esa llamada", reconociendo que tendría que ser su hermana la que la hago, aunque dejando claro que, de ocurrir, estaría dispuesta a hablar: "Le doy el tiempo que ella necesite para que él día de mañana, si le apetece y quiere, me llame y hablarlas".