El 3 de marzo de 2010 se estrenaba en Fox el primer capítulo de 'Glee', la serie creada por el dúo formado por Ryan Murphy y Brad Falchuck, dispuesta a revolucionar el concepto de los musicales y los institutos. El humor gamberro, los números musicales a lo grande, el sentimentalismo y los cameos eran su sello de identidad y las cualidades que la hacían única. Ese primer año de emisión les regala su primer Globo de Oro a mejor serie de comedia y musical, que se sumará a los ganados en 2011 por Chris Colfer, Kurt, y Jane Lynch, Sue Sylvestre, en las categorías de mejor actor y actriz de reparto en una serie de televisión.
No obstante, Murphy se dio cuenta de sus errores, y en esta sexta y última temporada, 'Glee' ha regresado a sus orígenes. A través de una Sue Sylvestre más malvada que nunca, la serie ha recuperado su humor gamberro juzgándose a sí misma ante los numerosos errores cometidos. Los New Directions se han vuelto a reunir en el instituto que les vio nacer, para rehacer su vida y ver como florecen los nuevos miembros de su coro, propósito que se ha resumido en los dos últimos capítulos que se emitieron el pasado viernes 20 de febrero, donde 'Glee' fue más 'Glee' que nunca.
Homenaje a Corey Monteith
Y como no podía ser de otro modo, los creadores y protagonistas de la serie han recordado uno de los momentos más duros que han vivido juntos, la muerte de Cory Monteith, Finn Hudson. A parte de la placa en su memoria que siempre permanecerá en el Intistituto McKinley, el primer episodio nos volvió a reglar uno de los momentos más mágicos de la serie, la primera actuación de los New Directions juntos, cantando 'Don't Stop Believing', en la que Monteith se lució. Tal como prometió la actriz Jenna Ushkowitz, Tina Cohen-Chang, en una entrevista a The Wrap, la despedida de 'Glee' ha estado llena de lágrimas, nostalgia y regresos inesperados.