Pero la novedad anunciada en 'GH: Límite 48 horas' fue que, mientras que ellas volverían con sus compañeros, las dos nominadas más votadas irían al apartamento. Esta segunda estancia, que un inicio estuvo destinada a ser el fallido contraclub, será la nueva casa de las dos concursantes con opciones a salir hasta la misma noche de la expulsión.
"Bea, Adara, Montse y Bárbara es hora de que os despidáis de vuestros compañeros y vayáis a la sala de expulsión. No olvidéis vuestras cajas", dijo el Super para sorpresa de las nominadas y del resto de concursantes. "Van a sacar a dos y dejan a dos fuera", dijo Miguel, adivinando las intenciones del programa, aunque el resto no parecía creer en esa hipótesis.
De todos modos, en esta ocasión sólo volverán dos de las nominadas, causando más incertidumbre a los ya de por sí desconcertados concursantes ante lo inesperado de los hechos y aún les quedaba por descubrir la falsa doble expulsión del martes. Tanto es así, que en el plató contribuyeron al señuelo poniendo en el pantallón el logo del jueves y dando la bienvenida al presentador de la gala: Jorge Javier Vázquez.
Jorge Javier Vázquez en plató para la falsa doble expulsión
"No os hago esperar más. Suerte a las cuatro", dijo Jorge Javier Vázquez antes de comunicar el nombre de las dos 'expulsadas'. "La audiencia ha decidido que debe abandonar la casa Adara!", anunció el presentador mientras Bárbara rompía a llorar y Bea saltaba y gritaba de alegría. Fue entonces cuando el presentador completó la frase diciendo "¡Y Bea!", para sorpresa de la valenciana: "¿Pero por qué somos dos expulsadas?".
Montse y Bárbara, salvadas al ser las menos votadas
La reacción de los concursantes no se hizo esperar y la mayoría mostró su tristeza al no ver llegar a Bea, pero pronto supieron que no era la única que no regresaba a la casa. "Las han echado a las dos", dijo Bárbara nada más entrar a la casa. "¡¿Cómo?!", preguntó Fer gritando, mientras que Miguel aseguró que "no entiendo nada". "No me lo creo", dijo Pol mientras que Meritxell repetía una y otra vez que "es imposible".
Adara y Bea ven la entrada de las aspirantes a concursante
"Que no sea la ex de Pol tía. Que no sea por favor... Ay, por favor, que me da algo Madre mía, que no sea su ex". Esa fue la primera reacción de Adara cuando vio la entrada de Michelle y la cara que puso el barcelonés. "Por lo menos no es el mío, ni el tuyo", le dijo Bea entre risas antees de hacer alusión a su caja: "Tía, aún te queda esto"
"Como se bese con ella tía, me rompe. Aunque no sea su ex...", prosiguió Adara, que teniendo en cuenta su celos de su amigo Miguel, no podría soportar que Pol tuviese algo con otra chica dentro de la casa. Y aún le quedaba ver la entrada de la otra aspirante, Rebeca, que fue recibida por Pol en el confesionario por decisión de la audiencia.
"No se va a besar con ella tía, si no es su ex no va a caer en la tentación. ¿Por qué nos ponen esto?", se preguntó Bea sobre las imágenes de la entrada de Michelle, mientras que Adara dijo que "por qué me tengo que ir con este mal cuerpo". Sin embargo, poco les iba a durar la tristeza. En cuanto entraron en el apartamento, ni Bea ni Adara pudieron ocultar su sorpresa y su emoción al descubrir que no estaban expulsadas, al menos por el momento. "¡Que bien, tía! ¡Que era una broma!", repetían ambas una y otra vez mientras se abrazaban una y otra vez.
Habrá que esperar cómo se les dan los dos días que quedan hasta la gala para ver si continúa este buen rollo entre las enemigas. "Aquí sí que vamos a tener tiempo para hablar, pero ahora vamos a disfrutarlo", dijo la valenciana después de saber que compartirá las próximas 48 horas con la madrileña y que la expulsión será cosa de dos el próximo jueves, cuando, además de una de ellas, también dejará la casa Michelle o Rebeca, las dos aspirantes reserva que entraron la casa el pasado martes a la espera de conocer quién será la nueva concursante de pleno derecho en sustitución de Álvaro.