Sin embargo, aunque dicha decisión fue voluntaria, al abandonar el programa, ver que la situación de su padre es estable y que éste no quería que fuese informada de ello, Bárbara se mostró muy molesta con la organización ya que considera que éstos no deberían habérselo contado, por deseo expreso de su familia. Algo que la alicantina hizo saber el pasado 6 de noviembre, durante el noveno debate del programa. Todo sucedió durante una llamada telefónica cuando el presentador Jordi González la invitase a plató para poder despedirse de sus compañeros en cuando la situación familiar mejorase.
"Mi padre le hizo prometer a mi madre que no me lo iban a decir porque él está en la UCI, solo puedo verle 10 minutos y esto puede durar meses... Igual tengo que ir en el 'GH 18'", comenzó a explicar Bárbara antes de estallar contra el programa. "¿Por qué no se me da al principio y no después de tres semanas?, eso no lo he entendido nunca... Hace tres semanas estaba igual que ahora, no se sabe nada. Nos lo dijeron los médicos. Hubiera preferido no saberlo y cumplir el sueño de mi padre. Por supuesto que sí. La familia era la que tenía que dar la autorización y no la dio. Lo respeto, pero no lo comparto", añadió Bárbara, muy molesta y emocionada, mientras que el presentador justificaba la decisión del programa, apoyada por los psicólogos y expertos que consideraron que decírselo era lo mejor.
Bárbara rechaza la oferta de 'GH'
Probablemente, fruto de esta queja surgiera la oferta del programa para que la concursante regresara a Guadalix de la Sierra pero está claro que la alicantina, de 38 años, simplemente prefería no haberlo sabido, ya que, una vez fuera, aunque según sus propias palabras no pueda hacer nada, no considera apropiado volver al concurso dada la situación de su padre Cañuelo, un gran seguidor de 'Gran Hermano' cuyo sueño era que su hija permaneciese dentro de la casa.