La joven cantante y productora se sinceró con la periodista y habló de cómo la fama le ha cambiado la vida. "El éxito es como un té verde. Es refrescante y te quema la lengua a veces. Todo me ha pasado a toda velocidad, mi vida antes era normal: me esforzaba por hacer música en Tel Aviv, cantaba en bares. Desde que pasó todo necesité dedicarme a mí misma porque necesitaba cuidar de mí" contó Netta a Villar. Y ante la pregunta de la periodista de cómo había vivido los días anteriores a la final de Eurovision, la intérprete confesó que para ella esos días fueron una competición con ella misma en los que no dejaba de preguntarse "¿Cómo puedo mejorar en cada actuación?".
Pero además de abrirle la puerta de su hotel y de sus pensamientos, Netta también presentó a dos partes fundamentales de su equipo con los que viaja alrededor de todo el globo y a los que ella misma denomina como su propia familia, su mánager y su estilista. A su representante lo conoció hace seis años, mucho antes de que saltara a la fama: "Cuando me conoció no creía que fuera cantante, se reía de mí porque decía que tenía un aspecto raro. Un día me escuchó cantar y me dijo que sería la más diva del mundo y que él sería mi mánager." Por otro lado, su estilista confesó que en un primer momento Netta lo despidió: "La primera vez la llevé a una tienda de ropa de tallas grandes y me despidió. Le dijo al equipo que no quería ni verme. Sin embargo, yo pensé que no podía perder a alguien como Netta y fui a por ella".
Ser diferente no es malo
Sin embargo la entrevista fue más allá del tema del éxito y la fama, y acabó abordando el tema del bullying. Este tema afectó directamente a Netta en su infancia cuando en el colegio se metían con ella por su peso y por no saber el idioma, y ahora ha querido hablar de ello: "Buscaban una víctima y encontraron la persona más débil, la que llevaba sus defectos encima de la piel. Por supuesto puedes ver mis defectos cuando me miras, pero ese es mi poder".