Fran Rivera decía: "Pensar en encierros sin corridas de toros es inviable, porque no estaríamos dispuestos ninguno de los ganaderos a criar un toro para que lo corran por las calles y que se diviertan, porque el toro se cría con una finalidad".
Como se espera en una circunstancia así es que haya ideas contrapuestas, así que la tensión poco a poco fue aumentando en el programa. Ante sus palabras en defensa diciendo: "El toreo es tragedia, es sangre, es la sangre del toro y muchas veces la sangre del torero. El toro da su vida por nuestra gloria y nos exige que nosotros estemos dispuestos, como algunas veces pasa, a morir", una tertuliana antitaurina contestó de la siguiente manera: "Como el circo romano, los gladiadores también luchaban por su vida".
Esta comparación no gustó en absoluto al torero, y después se comenzó a debatir si tendría que estar permitido el acceso de los niños a las corridas de toros. La defensa de Fran Rivera fue la siguiente: "A mí como padre que llevo a mis hijos, que yo he ido, pensar que alguien puede pensar que nuestros hijos van a salir de ahí trastornados me duele y me ofende". La tertuliana contestó diciendo: "A mí me llevaron de niña y me traumaron. Yo he visto imágenes de tu hija tapándose la cara cuando a ti te cogieron, que tu hija pudiera ver cómo un toro te mata... No me puedes decir que no es traumatizante".
Mejor no hablar
Fran Rivera se enfadó, aunque en una situación así prefirió guardar silencio y cambiar de tema: "El toreo lo que transmite son otros muchísimos valores que hacen mucha falta en la sociedad, como el realismo, la verdad, el sacrificio y el esfuerzo. Dejad de llamarnos torturadores, porque ofende y en el momento en el que faltáis el respeto perdéis la razón".