"¿Qué es lo que te conquistó de ella?", fue lo primero que quiso saber Bertín Osborne de la historia de amor de su invitado. "Todo", dijo sin pelos en la lengua el marido de Ana Boyer. "La conozco poco, pero siempre me ha parecido muy inteligente", apuntó el presentador sobre la celebrity. "Tiene la cabeza de su padre, que era un cerebrito. Me habría encantado conocerle", expresó el tenista haciendo alusión a Miguel Boyer, ex Ministro de Hacienda.
"¿Hubo pedida?", le preguntó a Fernando Verdasco el cantante de 'Dos besos y medio'. "Yo soy más flojeras que la leche. Cuando se lo pedí, lloré yo más que ella. Fue muy bonito", respondió antes de contar los problemas y periplos que tuvo que pasar para poder pedirle matrimonio al amor de su vida. "Nos fuimos a la India de vacaciones...", comenzó diciendo antes de relatarle cómo en dos espectaculares noches se había maldecido por haber olvidado el anillo en la habitación del hotel y confirmar que se trajo el anillo de vuelta a España.
Una señal que marcó un antes y un después
"Ese fin de semana conocí a Ana y a los cuatro días gané a Rafa Nadal, después de perder 13 veces seguidas con él. Dije 'esto es una señal de Dios', supe que era la mujer de mi vida", se sincera entre risas. Más tarde se incorporó la protagonista de todas estas palabras a la comida junto al presentador y el tenista, que recordó alegre cómo fue para ella la primera vez que Isabel Preysler, su madre, conoció a su marido: "Yo no había dicho que me estaba viendo con Fernando, pero ese día eran las 5 de la mañana y me dejó en la puerta. Cuando entramos, estaba mi madre despidiéndose de todos sus amigos".