B: Te iba a preguntar si te pareces en algo a tu personaje, pero espero que no...
F.A: Nada de nada, ni de cerca. No es que sea malo, es una persona institucionalizada con la guerra y no sabe relacionarse con las personas más allá del campo de batalla. Luego es un gran compañero, salva la vida a su gente... pero en el día a día es un racista, un machista y todas esas cosas que por desgracia eran normales a principios del siglo XX, que es cuando está ambientada la serie, y más un legionario que está luchando en Marruecos.
F.A: Sí, sobre todo sobre cómo era la Legión en ese momento y lo que significaba, porque en sí misma es algo muy vocacional. En aquella época no era de hecho ni la Legión, se creó ahí el término legionario. A ellos les llamaban La Primera Bandera porque yo creo que eran los primeros que iban 'a darse de hostias', básicamente. A lo que Molina se dedicaba ya le daba un carácter... ser legionario a primeros de siglo y además en un lugar en el que se iba como voluntario, ya eso le marca una personalidad absolutamente clara.
F.A: Si hay segunda temporada pinta que el personaje podría continuar sin problema porque se ha quedado todo muy abierto. Las audiencias han ido bien, aunque ya no son las que eran al haber salido plataformas como Netflix y Movistar+ es complicado hacer más de un 20 como se hacía antes salvo con una comedia, que es más ligero y es para la gente que está acostumbrada a ver La 1, Antena 3, Telecinco... La competencia ha sido complicada, sobre todo cuando compitió con 'La que se avecina'.
B: ¿Cómo fue el rodaje? ¿Recuerdas alguna anécdota?
F.A: Cuando grabé el capítulo de la guerra por ejemplo. Nunca había grabado una guerra, y la producción de Bambú es una pasada, es cinematográfica. Para mí ha sido el día que mejor me lo he pasado grabando en mi vida y de verdad que había momentos que parecía que estabas metido en una guerra. Luego mucha figuración eran militares de verdad y te ayudaban a que todo saliera bien y que resultara más creíble. Fue muy guay, la experiencia fue absolutamente el verte metido en una guerra a todos los niveles... de saltar granadas y todo ¡Ni Spielberg! Fue una gozada, como jugar a indios y vaqueros como los niños pero de verdad. Fue espectacular, y visualmente eso se nota para el espectador. Yo lo había visto en el combo, que son las televisiones pequeñitas con las que trabajan los directores y ya ahí me pareció espectacular a nivel visual. ¡Fue flipante!
B: ¿Te hacía ilusión trabajar con alguien del reparto en concreto?
F.A: Me hubiera gustado trabajar con José Sacristán, pero no he tenido la suerte de coincidir con él ni en el rodaje. Ha sido un placer trabajar con Álex Gadea, que me lo ha hecho muy fácil. Es verdad que yo tengo una trayectoria y la gente más o menos en el medio me conoce, pero tú llegas a un rodaje en medio de la temporada, que todo el mundo ya se conoce. Esa sensación es rara, y a nivel personal, Álex Gadea me lo hizo muy fácil, igual que Daniel Lundh. Tuve la oportunidad de grabar con Alicia Borrachero, que es una actriz que conozco de toda la vida. Fue una escena en la que trabajamos mano a mano, nos miramos a los ojos y vi cómo trabaja una profesional tan grande como es ella. Son esas cositas que dices 'esto me lo llevo para mí'. Pero a Sacristán nada, ni le he visto... no me lo he cruzado ni en el pasillo. Por ejemplo Miguel Rellán, que es un actor que siempre me ha gustado mucho, tuve la oportunidad de compartir dos secuencias con él en 'Tiempos de guerra', y ha sido maravilloso. Puede sonar a tópico, pero te lo hace muy fácil como persona, y cuando alguien es grande no tiene que demostrar nada.
B: ¿Por qué crees que el público se ha enganchado a 'Tiempos de guerra'?
F.A: Es una historia de mujeres, y creo que eso es muy interesante es un país en el que la ficción tiene pocos personajes femeninos es importante que se apueste por que las protagonistas sean mujeres . Es un aliciente para que tomen nota otras producciones, y te lo dice un hombre, porque no es equitativo. Luego también que te está contando una parte de la historia que fue real en la que unas enfermeras se fueron voluntariamente a ayudar al Ejército español, que les estaban aniquilando los marroquís. A mí este tipo de series siempre me han gustado y además cuando te están contando un trocito de la historia de tu país, a mí me llama la atención y me interesa. Además, está bien que te cuenten qué pasó, porque no todo el mundo lo sabe y fue una masacre.
B: ¿Te imaginabas acabar con una productora como 'Bambú, que además es muy fiel a sus actores?
F.A: Yo he tenido la gran suerte de trabajar con Diagonal y Boomerang, que para mí son de las más punteras. Con Bambú había estado muy cerca... desde que era muy jovencito, Ramón Campos siempre me ha buscado, pero luego no me ha encajado nunca y tenia muchas ganas de probar en Bambú. Me he dado cuenta de que la producción... visualmente cuando ves cómo trabajan se nota que es una empresa muy puntera. Ojalá les haya gustado mucho el personaje de Molina, e independientemente de él, espero que cuenten conmigo para otros proyectos.
B: Dices que Ramón Campos te buscaba. ¿Para qué serie te quería?
F.A: Para 'Hispania', que estuvimos a punto de encontrar un personaje. Luego he hecho casting para 'Velvet', para 'Las chicas del cable'... he hecho casting prácticamente para todas sus producciones y siempre me he quedado a las puertas. Otras veces no he podido porque estaba en 'Mar de plástico' o en 'Amar es para siempre' y por agendas era muy complicado. Luego pueden querer trabajar contigo pero al final esto es una profesión de perfiles, y te pueden querer pero no encajas físicamente, así que hay veces que no se puede aunque tú quieras. Creo mucho que en la vida cuando es para uno es para uno, y cuando es. Hay que saber estar preparado para cuando te llamen.
B: ¿Cuál ha sido tu papel más bonito hasta ahora y qué papel te gustaría interpretar?
F.A: El más bonito ha sido el de Sergio en 'Mar de plástico' por todo lo que representaba. Era un chico con una dificultad psíquica, que quede claro que no digo una discapacidad, digo una dificultad, porque estos niños pueden llegar a cosas inimaginables con dedicación, con tiempo y con ayuda. Para mí ha sido magia tanto a nivel personal como profesional, ha sido un antes y un después en mi carrera. En cuanto al que me gustaría... he tocado el mundo de los malos y me gustaría ir por ahí.
B: Dicen que los papeles de malos son los más divertidos
F.A: Sí, te lo pasas muy bien insultando a todo el mundo, peleándote con todo el mundo, eso es gloria jajaja.
B: ¿Te preparaste de alguna forma en concreto tu personaje en 'Mar de plástico' y te ayudó a sensibilizarte con la realidad de las personajes con dificultades psíquicas?
F.A: Tuve una prima que falleció con tres años y que tenía síndrome de Down y que tanto a mí como a mi familia nos ayudó a cambiar la manera que teníamos de ver la vida. Por desgracia falleció. De por sí ya estaba sensibilizado con todo este mundo. El hermano de una amiga mía es autista, entonces hubo una época en mi vida en la que traté mucho con estos niños. Además de en la experiencia que había tenido, me basé en Leonardo DiCaprio en '¿A quién ama Gilbert Grape?', que interpreta a un discapacitado maravilloso y le hice un par de homenajes con Sergio, por ejemplo con el tema de la gorra.
B: También has interpretado a Felipe III en 'El Ministerio del Tiempo, otro papel de época. ¿Te gustan especialmente o simplemente ha coincidido?
F.A: Supongo que es porque se hace mucha época en España y luego tendré cara de antiguo o algo.
B: Con respecto a 'El Ministerio del Tiempo'. ¿Has seguido la serie como espectador?
F.A: Sí, es de las que me han gustado junto con 'Crematorio' dentro de la ficción española. Me parece fascinante y sacan oro de una producción que no es tan grande. Los guiones son espectaculares, que es algo básico en una producción. Soy muy fan de esa serie y me hizo mucha ilusión entrar y además haciendo un personaje como un rey que existió. Son de esos regalos que te hace la vida y que haces una cruz poniendo 'objetivo cumplido'.
B: Como 'ministérico', ¿crees que TVE ha tratado la serie como se merecía?
F.A: No, el problema que ha tenido 'El ministerio del Tiempo' es que estaba en TVE. No tiene capacidad para una ficción como esa. Esta serie tenía que haber entrado en una plataforma como Movistar, que le hubieran dado el dinero que le tenían que dar y les hubieran dejado hacer lo que tenían que hacer. Es una serie complicada en ese sentido.
B: ¿Qué recuerdos tienes de tu personaje Bonilla en 'Amar...'?
F.A: Fue mi primer trabajo en televisión, acababa de salir de la escuela... tengo un recuerdo de felicidad máxima tanto yo como todas las personas que me rodean. Soy de Toledo, que es una ciudad pequeña, nos conocemos casi todos... significó mucho el poder disfrutar de esa primera vez. Bonilla es muy especial para mí, fueron 6 años y eso que entré para 3 meses y de repente le surgió más trama y 6 años me quedé allí. Fue felicidad máxima.
B: Además que tiene mucho mérito porque en esta serie cambian a casi todos los personajes...
F.A: Sí, y me ayudó mucho a conocer a gente de esta profesión. Cada año renovaban a prácticamente todos salvo a los de Asturiano y a los detectives. Ha sido una experiencia poder coincidir con tanta gente, fue un lujo.
B: ¿Tienes relación con actores y actrices con los que coincidiste en 'Amar...'?
F.A: Sí, con los del Asturiano imagínate. Ya no nos vemos con la frecuencia con la que nos veíamos cuando estábamos grabando, pero nos tenemos mucho cariño y cuando nos vemos es como si nos hubiéramos visto ayer. Luego con gente que ha ido pasando... con unos más y con otros menos. En esta profesión hoy estás en un proyecto y mañana en otro, y te enfrascas en uno, pasa un año y no les has visto, pero el trato con todos ha sido muy bueno. De amigos... con Javier Collado he tenido muchísimo trato.
B: Has hecho teatro, has hecho televisión... ¿con qué te quedas?
F.A: Me quedo con los dos. No es comparable, el teatro es otra cosa. La diferencia es que como dice Pedro Casablanc, 'la tele huele bien, y el teatro huele mal'. Cuando llegas a la tele tienes la ropa limpia, planchada; en el teatro la ropa está usada. Creo que él se refiere a que el teatro siempre ha sido una cosa mucho más vocacional. Para los que nos hemos dedicado a esto por vocación, el teatro nos da la vida, te hace que la sangre se mueva y que te suban las pulsaciones. Es el veneno que tenemos en la sangre y no se va. La tele te da fama, te permite hacer muchas cosas y te permite hacer teatro a un nivel comercial, al final las caras televisivas llenan más un teatro... La tele tiene mucha magia, igual crees que lo has hecho mal y lo ves en cámara y ves que no.
B: ¿Y el cine? Porque has hecho cortos, pero todavía se resisten los largos
F.A: Sí, cine no he hecho. He montado una productora con unos amigos que se llama Blubalum Films y es un poco el objetivo, poder hacer cine en algún momento de mi vida. No he hecho ni pruebas. No me puedo quejar porque no he parado de trabajar desde que salí de la escuela, pero quizás eso ha sido lo que me hace más difícil hacer cine, el haber estado tantos años en una serie diaria y luego lo he compaginado todo con teatro. Cada mes de vacaciones que tenía en 'Amar en tiempos revueltos' primero y 'Amar es para siempre' después hacía teatro. No ha llegado la oportunidad, pero llegará y la cogeré con los brazos abiertos, y de hecho es ahora mismo lo que más me apetecería en el mundo. Cualquier proyecto cinematográfico es lo que me apetece.
B: Ahora que hablas de 'Amar...', ¿notaste algún cambio entre 'Amar en tiempos revueltos' y 'Amar es para siempre'?
F.A: Hubo un cambio de época muy fuerte y eso se nota. Normalmente había un salto de un año entre una temporada y otra y de repente aquí pasamos a los años 60. A nivel físico no se cambió porque seguimos trabajando en el mismo plató y con el mismo equipo, pero evidentemente sí hubo cambios en otras cosas. Parecía que había más producción, pero eso lo tendrían que contestar los jefes. También bajó la audiencia al pasar a Antena 3, porque el concepto de la novela era muy de La 1, y entonces yo creo que la gente que ve ese tipo de series piensa más en La 1, pero luego con 'El secreto de Puente Viejo' no ha habido ningún problema.
B: ¿Cómo es Federico Aguado fuera de cámara?
F.A: La verdad es que soy una persona muy normal. Me gusta mucho viajar, me gustan los amigos, los bares, divertirme... pero viajar sobre todo; siempre que he podido y la profesión me ha dejado he cogido el petate y me he largado. Soy un chico muy abierto y no sé qué te puedo decir.
B: ¿A ti qué es lo que te enfada y qué es lo que te alegra?
F.A: Me alegra la gente bonita, y me enfadan la injusticia y la intolerancia.