"Gracias por darme voz y contar mi historia, que es la de muchas (...) No quiero olvidarme de las que están donde yo he estado", decía nada más sentarse en el mismo sofá. Y, en parte, lo sigue estando, porque el no saber que su maltratador está en prisión hace que su situación, la de sus hijos, la de su pareja y la de sus padres siga siendo todavía insegura: "Yo al principio estaba más tranquila porque había una distancia geográfica, pero cuando más tiempo pasa menos tranquila estoy. No sé dónde está. ¿Y si prescribe el delito? ¿Quién le impide luego cogerse un avión?".
Fayna confiesa que durante su relación e incluso después de ella sufrió muchas amenazas de muerte y que no hay nada ahora mismo que le haga pensar que no puede cumplir con su palabra: "Él me lo decía: 'Me da igual ir a la cárcel, allí me dan de comer y se vive muy bien. Tengo techo y comida. Me da igual ir a la cárcel por acabar contigo y con tu padre'. Yo qué sé que va a hacer este hombre. ¿Quién me garantiza a mí que aparece cualquier día y...? Estoy viendo que pasan los meses y me llegan casos que han pasado años. Me ha amenazado tantas veces con matarme que qué se lo impide. Yo nunca estaré segura mientras esté en la calle".
La que también fue concursante de 'Gran Hermano' se considera una supervivencia de la violencia machista, pero ahora mismo el miedo vuelve a acechar: "Yo he podido salir, pero yo estaba convencida de que iba a terminar como las que veía en el telediario. Y lo peor es que todavía hay algo dentro de mí que dice 'puedo acabar así'. Que un día sea Fayna Betencourt la que esté en ese telediario. ¡Es que está suelto!".
"No vale tanto violeta, que se note a la hora de legislar"
Y no solo eso, sino que incluso en este tiempo le han dado la posibilidad de hacer una entrevista a 'El Mundo' para defender su inocencia mientras está en 'busca y captura': "Esta persona [el periodista] se excusa en el derecho a la información, pero no hay excusa. Encima de ser un criminal le dan el derecho a seguir defendiendo su inocencia. Yo no estoy aquí acusando, es que lo han condena. Yo he aportado unas pruebas".
Una situación que no solo la pone en peligro a ella, sino a todo su entorno, también a sus hijos: "Pasé dos semanas muy malas cuando salió la entrevista, fue como volver a vivirlo. ¿Después de todo lo que he pasado? Dos menores pronunciaron la frase: '¿Pero esto no ha terminado, mamá? ¿No funcionan así la ley? ¿Por qué sigues sufriendo?'. Lo peor es que me siguen llegando mensajes de mujeres que están igual que yo".
Ante esto, no duda en denunciar lo que para ella es una negligencia cometida por el sistema judicial que ha permitido que su expareja esté en 'busca y captura' después de haber sido condenado hace casi 2 años. "Se gasta un dinero en pancartas, en publicidad... no vale tanto violeta, que se note a la hora de legislar", decía visiblemente enfadada al final de su entrevista. "Te juzgan, te condenan y, en lugar de llevarte desde el juzgado o ponerte un dispositivo de seguridad, se te manda un papelito. Y a mí me parece que las cosas no están funcionando bien. Porque si no se lo llevan luego coge y dice que está perdido en un bosque y yo no me lo creo".