'La isla de las tentaciones': La expulsión de Simone provoca una bronca entre Lola y Marina: "Me he sentido juzgada"

La que era novia de Diego se ha sentido sola a la hora de comunicar que el italiano el tentador que habían elegido para que abandonase la villa.

Entre otras muchas cosas, la pasada noche del miércoles 17 de marzo era noche de expulsión en 'La isla de las tentaciones'. Los chicos tenían que decir adiós a una tentadora tras la salida de Fiama con Manuel, mientras que las chicas tendrían que despedir a dos. Las 4 participante finalmente escogieron a Javi, el joven que se descubrió que había sido amigo en su adolescencia de Georgina Rodríguez; y Simone, el italiano que en un primer momento despertó el interés de Lola.

Fue precisamente esta la que explicó el motivo de tal decisión: "Para mí no es fácil porque aquí ha sido una persona súper importante, es verdad que no hemos acabado bien la experiencia, me duele muchísimo porque, aunque haya pasado lo que haya pasado sé que es buena persona, me ha querido mucho y yo a él. Creo que estás incómodo, me da muchísima pena porque has sido esencial y nunca me olvidaré de ti", decía emocionada.

Por su parte, el italiano recibía la noticia manteniendo el temperamento: "Estoy bien. Todo lo que he hecho en esta experiencia ha sido con corazón porque soy una persona muy sincera. Con Lola me di cuenta de que ella no es una chica que pueda estar a mi lado. Es una niña y yo estoy acostumbrado a otro tipo de mujeres a mi lado, que saben lo que quieren, que no cambian cada día. Yo creo que soy una persona que o me amas o me odias".

"Siempre me he sentido un poco sola en la historia Simone y Lola"

Tras estas palabras, la que fue pretendienta de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' explicaba que, por su parte, creía que para Simone seguir en la villa podría ser algo más negativo que positivo: "Yo sé que quizá esté incómodo y es normal, yo no quiero que esté todos los días viendo algo que no le gusta. En parte lo he hecho por él", decía por su actitud ahora con Carlos, otros de los tentadores. Una afirmación que el italiano respondía por lo bajo con un: "Qué mentira". Ante esta situación, Lola reclamaba también la ayuda de sus compañeras ante un momento tan incómodo: "Siempre quedo yo de mala", y añadía luego en los totales: "Siempre me he sentido un poco sola en la historia Simone y Lola y, una vez más, lo he vuelto a sentir".

Una vez que Simone se despidió de todos y abandonó la villa, de nuevo la participante volvía a encararse con sus compañeras: "Podrías decir también que me entendéis, porque al final quedo yo siempre...", unas palabras que Marina respondía diciendo: "Gorda, claro que te entiendo, pero también hay que entenderlo a él". Para Lola era incomprensible que las demás chicas no estuviesen de su lado y así se lo hacían saber: "Creo que he dicho cosas bonitas para que me echéis una mano. Yo tampoco quería echarle". Pero Marina tenía clara cuál era su opinión en todo esto: "tú eras la que más quería echarlo a él. Yo no estaba de acuerdo en echarle a él y si tengo que entender a alguien en esta historia es más a él. Yo sé que él también lo ha tenido que pasar regular". Una actitud que le dolía especialmente a la de León: "De nuevo siento que de nuevo todo lo que hago sienta mal...".

"No quieras que te defienda en algo que es indefendible"

Marina, todavía novia de Jesús, explicaba en los totales que "no puedo defenderla en algo que no comparto" y así se lo hacía saber luego a su compañera en una conversación a sola. "Me sienta mal que después de que él coja y diga: 'A mí ella me da igual', vosotras no cojáis y deis la cara por mí, porque yo he dicho cosas bonitas de él", volvía a reclamar Lola. "Él no te ha hablado mal en ningún momento. Si el te dice que le das igual, está en todo su derecho de decirlo. No creo que te haya faltado al respecto, ha dicho la verdad. La que ha tenido un problema aquí con él eras tú, así que eras tú la que tenía que dar los motivo y enfrentarte con él. Atente a las consecuencias de qué te diga eso", le espetaba Marina muy segura de sus palabras.

Una actitud que, de nuevo, volvía a hacer sentir a Lola como la mala de la casa: "Una vez más me he vuelto a sentir sola, incomprendida, juzgada". "Por qué será, Lola...", añadía Marina una poco cansada de la conversación. "Parece que soy la única que hace cosas pensando en sí misma", le recriminaba entonces Lola a Marina por la actitud que tenían todos hacia ella. "No, no eres la única, pero si que la que ha tenido esa movida aquí dentro. Pero no quieras que te defienda en algo que es indefendible y que me meta en algo que no me quiera meter", zanjaba así de una vez por todas la andaluza la conversación.