A pesar de la sorprendente cogida de su marido Cayetano Rivera en Zaragoza se nota que está muy ilusionada con esta nueva etapa que está viviendo. De momento no ha renovado el vestuario, siente que no le ha salido la barriga pero cree que le saldrá de un día para otro. está bien, aunque no igual que antes de estar embarazada: "Me canso un poco más, pero también es verdad que cuando llevas catorce horas trabajando es complicado no cansarse. Estoy muchas horas de pie y montada en el tacón".
No tiene ningún antojo, aunque sí que ha admitido que come más dulce. Ya ha pasado la mitad de su embarazo aunque de momento no saben el sexo y parece que prefieren no descubrirlo hasta el último momento.
En cuanto a la salud de su marido, ha dicho: "Dentro de lo que es, está bien. Va evolucionando bien, está en casa descansando, que no es lo mismo que los días que estuvimos en el hospital, que son más duros. En casa duerme en su cama, se ducha en su ducha y está en su sofá. Estuvo el otro día en el médico y los puntos van evolucionando bien. Todo va bien".
Sobre el polémico posado de su sobrina Tana Rivera y Fran Rivera parece no estar enterada, y lo único que ha dicho ha sido: "Lo que he visto es que ellos están guapísimos". En cuanto a la relación que tiene con la joven ha dicho: "Es mi niña. Es muy guapa y además también es mi compañera taurina. Le gusta mucho, se ha criado en ese mundo. Es la profesión de su padre, es normal. Es una niña genial y se merece ser feliz. Y se merece que la prensa intente dejarla lo más tranquila posible porque todavía es una niña. No hay un cambio de un día para otro".
Siempre con una sonrisa
Incluso ha hablado del famoso beso con Saul Craviotto y de cómo reaccionó Cayetano Rivera: "Se meaba de la risa viéndolo. Qué conste que no lo elegí yo ¡eh! Fue el destino el que nos unió a los dos. Saúl es maravilloso. También le di después un beso a Corbacho y a Silvia Abril".