Tras esta primera expulsión de la noche, la audiencia conocía un dato que los de dentro de la casa no tenían: habría una segunda expulsión. Los que quedaban en el concurso se habían ido enterando que eran finalistas a lo largo de los días y habían tenido que mantenerlo en secreto, en el caso de Lucía, desde hacía algo más de tiempo, así como Mayka, pero en el de Marta López y el de Elena, esa misma noche.
Manuel tuvo que vestirse de cacachuete y decir que le habían puesto una chirigota para engañar a unos compañeros que sabían perfectamente que le habían comunicado que era finalistas. Asraf fue el último en enterarse de la noticia y sus compañeros tuvieron que sonsacárselo en un momento bastante cómico. Todos saltaron y se mostraron unidos ante esta gran noticia que, por desgracia, solo duró unos minutos.
Nueva expulsión
Poco a poco se fueron salvando y convirtiéndose en finalistas de nuevo -aunque solo hasta el domingo como bien preveían según se iban salvando- hasta que llegó el turno de la decisión final entre Manuel y Marta López, siendo esta última la que tuvo que decir adiós a la experiencia de llegar a la final del programa. La pobre concursante fue finalista y expulsada en cuestión de minutos.