Durante el segundo capítulo de 'La Isla de las Tentaciones 8', los chicos vieron las imágenes de sus novias antes de la primera hoguera. Unas imágenes que alteraron a los chicos. En el caso de Eros, después de ver las primeras imágenes de Bayan, el concursante decidió acercarse aún más a Érika y ambos se mostraron sin control en el jacuzzi de Villa Montaña.
En las imágenes, Eros vio a su novia disfrutando de una fiesta en Villa Playa y dejándose llevar por la pasión con los tentadores. Al regresar con sus compañeros, decidió seguir el mismo camino que su novia y acercarse aún más a las tentadoras, concretamente a Érika. Ambos se metieron en el jacuzzi después de una inesperada propuesta de Eros, que no dudó en aceptar.
Las imágenes que vio Eros y que le hizo cambiar de 'chip' fue a Bayan jugando a un juego dejándose " comer el cuello, algo que le encanta ". Un acto que decepcionó a su pareja, que hasta llegó a quitarse el collar que Bayan le había regalado. Después de ver las imágenes, Eros quiso distraerse con la fiesta y se dejó llevar. Eros y Érika se dieron un baño a solas en el jacuzzi, donde no faltaron las caricias y el tonteo.
El momento en el jacuzzi comenzó a ser más tenso y las alarmas se activaron en Villa Playa, mientras Bayan pasaba por un triste bajón. Al oírlo, la joven no pudo contener su rabia: "Si vuelve a sonar, me voy a la otra villa", advertía la concursante. "Me va a dejar por ella", acabó confesando con miedo. Sin embargo, cuando Bayan despeja su mente, también se aproxima a uno de los solteros, Rubén Torres.
No se dejaron llevar por la tentación
La tentación comienza a ser más fuerte que nunca dentro de las dos villas durante el segundo episodio. Sin embargo, hay una pareja que resiste a la tentación más fuerte que nunca. Fran y Ana se enfrentaron a una hoguera de confrontación en la que se dieron cuenta que ninguno sentía la tentación y ambos estaban enamorados. Entonces, decidieron abandonar juntos la experiencia.