La única intención de quienes le daban vida era entre enseñar a los niños en edad preescolar ciertos valores fundamentales como la amistad y el respeto consiguiendo ser grandes amigos de personas que son muy distintas entre sí, como era el caso de los propios Epi y Blas. Pero parece que 2018, año en el que muchos movimientos sociales decidieron dar un paso más y pregonarse públicamente, Saltzman ha querido poner su pequeño granito de arena con este dato, lo menos, revelador.
Inspirados en él y en su novio
El motivo por el que los muñecos tenían esta orientación sexual era porque el guionista plasmó su propia realidad en su trabajo y que incluso sus amigos le hicieron ver que Epi y Blas estaban inspirados en él y en su pareja, el montador de cine Arnold Gassman: "Yo era más como Epi, el bromista y caótico. Mientras que Arnold, como editor de cine, era el ordenado. Llevé esa dinámica a los personajes", reconoció. Y así de fácil, quien dio a vida desde cero a los muñecos de nuestras vidas, ha liberado a sus personajes mostrándolos al mundo tal y como eran desde el principio.