Enrique del Pozo ha sido la última incorporación a la plantilla de 'Viva la Vida'. El cantante y actor, que saltó a la fama musicalmente con el dúo 'Enrique y Ana', ha regresado a la televisión como nuevo colaborador del programa presentado por Emma García en Telecinco. Como no podía ser de otra manera, el nuevo integrante del magazine debería enfrentarse a 'La escalera de las emociones' para dejarse 'conocer' un poco mejor.
La escalera de emociones del programa se compone de diferentes escalones: infancia, aceptación, amor y traición, que el comentarista debería recorrer para convertirse en tertuliano habitual. Durante su paso por el escalón de la infancia, Enrique del Pozo ha querido profundizar en la confesión que hizo en el año 2009 donde denunciaba haber sufrido un intento de abuso sexual por parte del sacerdote de su colegio a la corta edad de 11 años.
Con sotana o sin sotana
"Intentó que yo le masturbase", revelaba. Preguntado por la presentadora, el colaborador ha confesado que se trata de un tema que aún le produce una especie de nudo en el estómago. "Yo no ataco a la Iglesia. Yo creo en la Iglesia y soy una persona creyente a mi forma. Una persona que abusa de un niño, con sotana o sin sotana, tiene que ser condenado e ir a la cárcel".
Sin embargo, en palabras del propio Enrique del Pozo, lo peor vino después: "El chantaje fue que, en el transcurso de mis estudios, se vengaba. Yo tenía una beca y estudiaba bien porque era una forma de agradecer a mi madre su esfuerzo para que no gastara dinero", se emocionaba al recordar a su madre. "Yo me sentía chantajeado porque tenía miedo de que me quitaran la beca y mi madre no pudiera pagarme los estudios. Era un acoso ya no físico. Fue un acoso directamente psicológico. Yo no sé si cometí un error o no cometí un error, pero nunca se lo dije a mi madre. Lo dije cuando mi madre falleció", desvelaba.
"Los fines de semana, cuando estaba interno, me buscaba cuando estaba solo. Si no me dejaba enjabonar, me castigaba el fin de semana, que es lo que más deseaba. Tenía miedo a ir a dormir. Recuerdo un salón con una puerta donde él dormía y me quedaba desvelado. Y eso que realmente no sucedió. Pero siempre he pensado cuántos niños todavía hoy pueden estar sufriendo y es un tema que sigue siendo tabú", concluía el cantante entre lamentos.