La periodista se topaba con Rocío Flores en el plató de 'Ya son las ocho' y no dudaba en dar su opinión al respecto de las declaraciones de Olga Moreno: "¿Por qué se tiene que hablar de unos niños en una entrevista en la que se están tratando temas de adultos?", reconocía: "A mí personalmente no me parece una entrevista elegante porque está hablando del padre de esos niños que quiere tanto (...) Y como le quiere tanto, dice que la ha engañado y que le ha sido infiel", cuestionaba Rábago.
Unas palabras que molestaron mucho a Rocío Flores, que rápidamente comparaba este caso con la serie documental de Rocío Carrasco en la que también se habló de ella y de su hermano pequeño: "Joder, Isabel, que me he comido documental de mi madre poniéndome de vuelta y media. ¿Mi hermano también es una persona adulta? Hay que tener un pensamiento un poco más objetivo referente a todos. No hay que tener una vara de medir igual para todos", le echaba en cara.
"Mi madre llamó pidiendo cabezas"
En cambio, Rocío Flores aseguraba que la mediatización de los hijos de la pareja había comenzado ya con el matrimonio de sus padres, que les habían hecho públicos desde su nacimiento: "Desde el minuto cero en el que yo nazco en una familia que es pública y mis dos padres deciden hacerme pública. Donde he vivido una separación y una batalla mediática por parte de dos personas", y no dudaba en volver a equipara el daño que podría haberles hecho su padre con el de su madre durante su silencio mediático: "Mi padre por delante de una cámara y luego mi madre al principio por delante y luego por detrás llamando y pidiendo cabezas y pidiendo lo que ha pedido".