Algunos de sus compañeros, especialmente Luis Rollán e Isabel Rábago, sus mayores apoyos en la casa, habían dicho que el agobio que la Emmy podía sufrir en la casa tenía una justificación y que incluso había llegado a tener fuertes crisis de ansiedad a lo largo de las semanas. El motivo, hasta ahora desconocido, tenía que ver con su secreto. Incumpliendo las normas del programa, la ya exconcursante se lo confesó a Luis Rollán en su despedida en el cubo: "Estuve en un centro de menores porque mi madre me abandonó".
Esta dura experiencia en su vida había convertido cualquier tipo de privación de la libertad en un auténtico trauma: "Por eso me cuesta mucho estar encerrada. Por muchos realities en los que haya estado siempre me pasa lo mismo. Me viene a la cabeza estar encerrada". Algo que se acrecentaba en una convivencia por tareas tan comunes como la limpieza: "Tengo un trauma con fregar el suelo. Era lo primero a lo que nos obligaban en el centro en cuanto nos despertábamos y aún así lo hacía. Hay tantas cosas que hay que conocer mi historia para entenderme y lo he hecho igualmente".
Emmy, sobre el centro de menores en el que estuvo: "No sé como es legal algo así"
La alemana recuerda el tiempo en el internado como algo terrorífico y aprovechó sus minutos ante la cámara para hacer una denuncia pública sobre lo que ella asegura que ocurre en lugares como estos: "No sé como es legal algo así. Pegaban a los niños a veces sin motivo. Decías algo que no les gustaba y pegaban. Quiero aprovechar esta oportunidad para dar un toque de atención a los responsables que revisen mejor estos sitios. Hay muchos niños sufriendo, están tratando mal a niños inocentes".