Ahora ha querido abrirse en canal y ha sido clara en todo lo dicho: "Todos tenemos nuestros secretos, nuestras corazas, nuestros miedos y todo no se puede compartir. Haber entrado en la casa me ha hecho revivir muchos recuerdos y emociones porque es un tema que yo no hablo en mi día a día. No hablo con nadie. Cuando me pasó lo que me pasó mis amigas estuvieron ahí, saben la situación, lo que viví pero me aislé mucho".
"Tengo muchas cosas calladas y guardadas, las cuales nunca he compartido y siento que en la casa exploté porque no puedes guardarte todo dentro porque al final es duro romper el vínculo que yo rompí. A día de hoy soy quien soy por todo eso que he pasado, que he superado. Por eso también soy tan brusca a veces hablando. Tengo mi coraza, mi miedo", seguía diciendo.
Tras esto, explicaba un poco lo sucedido pero sin entrar en detalle: "Parece que las malas siempre somos las hijas y los hijos. Los padres también son personas, se equivocan y no deja de ser una relación de convivencia, al igual que puedes tenerla con una amiga, una pareja... Todas las relaciones no tienen por qué ser sanas. Tengo unos padres los cuales desde pequeña siempre me han dado todo, nunca me ha faltado de nada en casa, he tenido una buena educación, vacaciones, extraescolares... pero llega el punto que uno va creciendo y a veces no llegas a un entendimiento, formas de pensar diferentes, no hay una relación sana por ambas partes y antes que estar haciéndonos daño o pasándolo mal es mejor cortar relación".
Una situación sin vuelta atrás
Elsa ha continuado hablando sobre el asunto: "Se me preguntó si nunca más volvería a tener relación con ellos y a día de hoy digo que no. Sé que así estamos mejor. Es complicado pero sé que por mi salud mental, mi felicidad, mi calma y bienestar estoy mejor así. Les deseo lo mejor, que les vaya súper bien la vida, que sean felices pero no podemos estar juntos y ya está. No nos entendemos y por el bien de todos es mejor así. El sueño más grande que yo tengo en la vida es formar mi propia familia porque sé lo que es el amor leal, el incondicional, el escuchar, el comprender, el respeto, el hacer equipo con alguien y ojalá algún día pueda llegar a encontrar una persona que me quiera de verdad".
Sentirse sola es uno de los mayores problemas: "Uno de los recuerdos que me hizo emocionarme en la casa fue el hecho de sentirme sola, decir que tengo mis amigas que nos amamos pero ellas tienen su vida, sus trabajos, sus casas, sus parejas y no tienes una relación diaria con los amigos. A veces vuelvo a las 7 de la mañana de trabajar y si me pasa algo nadie lo sabe, nadie me pregunta si he llegado bien a casa, ni cómo estoy. A veces es duro, a veces necesito un abrazo, un qué tal. Me di cuenta que se necesita un abrazo y cariño de una madre y a veces cuando estoy en la tienda trabajando y veo a madres que vienen con las hijas o de paseo, ojalá yo pudiese hacer eso. A veces las personas no son conscientes de lo afortunadas que son".
Por último, lanzaba un mensaje: "Quiero decir que no seáis tan valientes de decir 'si no te hablas con tu familia por algo será' o 'eres mala', pensad un poco al revés, lo duro y difícil que tiene que ser para un hijo de tomar la decisión de hasta aquí. Nadie se pone en nuestra piel. Romper un vínculo es muy difícil pero antes que nada está el bienestar de cada uno y a veces, por mucho que quieras, no vale solamente con querer".