Tras estas bonitas palabras y un vídeo con sus mejores momentos en la pequeña pantalla, Ellen DeGeneres subió al escenario para pronunciar su discurso. Unas palabras en las que no olvidó sus fracasos iniciales: "Tenía una sitcom y perdí esa sitcom. Después tuve otra sitcom y perdí esa sitcom también. Pero pude hacer algo que siempre había querido hacer: whisky. Y entonces me dieron un talk show y fui capaz de ser yo misma. Siento que todos habéis tenido la oportunidad de conocerme. Soy un libro abierto. La televisión inspiró todo lo que soy hoy en día. Todo lo que quiero hacer es que la gente se ría y se sienta bien. Y no hay mejor sensación que cuando la gente dice que les he ayudado a pasar por un momento difícil".
Humor con mucha crítica
Pero más allá de estas bonitas palabras, la conocida presentadora no quiso desaprovechar sus minutos de gloria para hacer lo que mejor se le da: ser graciosa y, por otro lado, dar visibilidad. Fue entonces cuando, al cierre de su discurso, dedicó el premio a unos familiares que no existentes: "No podría haber hecho esto sin ti, Mark. Mark, eres mi roca", decía aludiendo a un marido ficticio y a unos hijos, Rupert y Fiona, también ficticios. Unos agradecimientos en clave de humor que no eran más que una crítica a los típicos agradecimientos que siempre realizan los demás galardonados heterosexuales blancos con marido o mujer e hijos.