Las visitas a la isla de Supervivientes para sorprender a los concursantes siguen llegando y ahora ha sido el turno de Gorka Ibarguren. Las dudas sobre la infidelidad del vasco, además de las súplicas del concursante entre lágrimas para que se pudiera dar esa esperada visita especial impulsó al programa a llevar a cabo su deseo: llevar a su novia hasta los Cayos Cochinos.
El desafío que ha debido seguir Gorka consistía en nadar hasta el islote Cayo Gallo, donde recibiría instrucciones del presentador Carlos Sobera. Sin tener idea de lo que le esperaba, el concursante ha recorrido una distancia de casi un kilómetro enfrentándose a la bravura del mar. Una vez en la isla, Sobera le ha dado la opción de elegir entre una tortilla de patatas o una carta. "Llevo toda la aventura queriendo comer esto, pero me voy a quedar con la cartita", ha anunciado el concursante. En la misiva, su familia le mostraba su apoyo y confianza, pero aún faltaba una sorpresa.
"Quiero casarme con ella"
Tras quedarse hablando en la intimidad, el presentador volvió a contactar con ellos para preguntarle sobre el comentario que le había hecho Gorka a su novia detrás de cámara. "Le he dicho que tengo más claro que nunca que en un futuro quiero casarme con ella", se ha sincerado el vasco. "¿De qué me estás hablando? ¿Un mes? ¿Un año? ¿Diez?", le ha replicado el presentador. "¿Tú que quieres, que se lo pida aquí en directo?", ha preguntado Gorka. No era el momento para hacer una propuesta de este tipo, a pesar de lo ilusionado que estaba el concursante. "Lo voy a hacer cuando la ocasión lo merezca, de verdad. No lo puedo hacer a bote pronto", ha aclarado Ibarguren.