En una conversación nocturna alejados de los concursantes intentaron dejar claras las dudas que tenían tanto el uno como el otro. "Yo vi una foto de un beso", le confesó Edi a Violeta en el confesionario. Sin embargo, ella puntualizó que solo había sido "un juego", pero no habían tenido nada. Tras hablar con sus compañeros, volvieron a mantener una charla entre ellos y acabaron en un fogoso beso. "¡Se estaban comiendo la boca como si no hubiese un mañana!", comentaron sus compañeros impresionados.
La ruptura definitiva
Tras la charla con Elsa, Edi habló con Ruvens, uno de los mayores enemigos de Violeta. La joven se percató de la conversación que mantenían y se temió lo peor, pues el joven podría hacerle cambiar de opinión, tal y como ocurrió. Por lo que Edi se dirigió hacia Violeta para acabar definitivamente lo estaban comenzando. "Quiero parar ahora... A lo mejor me arrepiento, pero prefiero parar ahora...", le aseguró el joven a la concursante.
"Realmente no creo que esto vaya a funcionar. Me jode tener esta conversación contigo, pero te dije desde el principio lo que había. No te mereces que alguien te maree la perdiz. No puedo tener tantas dudas desde el principio", justificó Edi. Violeta lo entendió y le confesó: "Yo creo que te equivocas. Entiendo lo que dices y se lo he dicho a Nerea, que son doce años de diferencia y tienes un hijo, pero no me quería quedar con la duda".
"Me llamaste la atención y no me quería privar de conocerte. Y si dura dos meses, pues a lo mejor aprendo algo de esa experiencia. También creo que has hablado demasiado con la gente de lo nuestro. Has escuchado demasiadas cosas de mí", se defendió la joven, para finalmente zanjar el tema: "Yo ya tampoco quiero nada contigo. Amigos y fuera. Es imposible que sepas si va a funcionar, porque no me conoces, pero has estado con una espina de mí desde el principio".