Galería: Rocío Carrasco, una vida en imágenes
La segunda parte de la docuserie de Rocío Carrasco está cada vez más cerca y desde que se supo que habría una continuación se empezó a hablar de su contenido, haciendo alusión a una serie de documentos que tendría en su poder sobre Rocío Jurado, su madre. Si estos documentos salen a la luz podrían remover a la familia Mohedano, dejándola no muy bien parada, aunque parece que lo mismo podría suceder con José Ortega Cano.
Ahora el programa 'Viva la vida' se ha encargado de desvelar cuáles son los papeles de los que dispone Rociíto y de los que ha estado hablando la colaboradora de 'Sálvame'. "Existe un documento que tiene en posesión Rocío Carrasco. Es un testamento previo al que se llegó a leer finalmente, redactado por Rocío Jurado", adelantaba una de las reporteras del espacio televisivo.
"Es el anterior al último", ha indicado Kiko Matamoros, y el resto de colaboradores del programa no podían contener su asombro y sorpresa, además, se han enterado que en dicho testamento estaban de albaceas Gloria Mohedano y su marido José Antonio, mientras que en el testamento final estaba una amiga íntima de la cantante, Ana Iglesias, de la que ya se ha oído hablar en otras ocasiones.
El colaborador Diego Arrabal tampoco se lo creía, y ha dicho: "Yo esto no lo sabía". Lo cierto es que tampoco supone mucho que la hermana y el cuñado de Jurado fueran albaceas, y así lo ha matizado Kiko Matamoros, diciendo: "Que se había cambiado era vox pópuli, pero aquí hay algo que viene a distorsionar un poco la realidad. Que a ti te nombre albacea, no significa que vayas a tener los bienes, sino que vas a repartirlos". Incluso la presentadora se ha pronunciado: "Depositó toda su confianza en el primer testamento en su hermana y después lo cambia", añadía Emma García.
Los inconvenientes de ser albacea
Lo que no se conoce es el motivo real por el que decidió dejar a un lado a su hermana y a su cuñado del testamento, aunque está claro que en dicha familia existieron y existen muchos intereses económicos. "Es una guerra económica entre unos y otros", decía Enrique del Pozo. " Que te nombren albacea o no albacea, no tiene ningún interés. A quien la nombren de albacea, ahí lleva el gordo", se justificaba Ana María Aldón, mujer de José Ortega Cano, y más que nada lo que ha querido dar a entender que más que un privilegio, es un infortunio ser nombrado albacea.