Juan Miguel no ha podido contener la emoción al ver a su hija en la playa de Honduras y se ha abrazado a ella con todo el amor.
El concurso que está haciendo Juan Miguel está siendo un auténtico espectáculo y da algunos de los momentos más divertidos de toda la edición. Sin lugar a dudas su paso por el reality quedará guardado en la memoria de todos para siempre y su reencuentro con su hija Rocío ha sido de lo más emocionante.
Juan Miguel ha tenido que enfrentarse a una de las pruebas que mejores recompensas tenía. Frente a él tenía los tres obstáculos que más le han costado superar y, sin pensárselo ni un segundo, se ha lanzado bajo la red y ha reptado como nunca para llegar a su hija. Después ha pasado bajo un tronco y finalmente ha conseguido hacer el hueco necesario en la arena para pasar bajo un tronco. Ha salido corriendo hacia su hija y ambos han comenzado a llorar. Sin lugar a dudas ha sido un reencuentro muy divertido pero también emotivo porque no han podido contener las lágrimas al verse y abrazarse. Rocío comentaba que su padre estaba más blandito y añadía: "Le puedo abrazar entero". Está claro que su relación es maravillosa.
Un bonito regalo
Rocío ha querido llevarle a su padre un regalo de lo más tierno, un dibujo que había hecho su hijo en el que aparecía Juan Miguel con bañador de leopardo incluído. Además, su hija también le ha traído algo de comida como han hecho todos los familiares y en su caso ha optado por pollo a la plancha y verduras porque "quiere que siga a dieta". Esta visita ha llenado a Juan Miguel de energía para el resto del concurso.