La galardonada empezó su discurso divirtiendo a la audiencia como un chiste subido de tono: "Sé que mucha gente estaba molesta el año pasado porque no llevaba sujetador, así que quiero disculparme porque esta noche no llevo bragas", provocando la carcajada entre los allí presentes: "Solo querréis tirar mi silla o limpiarla. Se ve bonito por la televisión pero parece esto una clase de yoga Bikram del calor que hace, hay muchas mujeres nerviosas".
Y una vez captó la atención del público, su discurso tornó mucho más solemne y emotivo. Fue entonces cuando contó la historia de su abuela, que había sido una superviviente del Holocausto nazi en gran parte gracias a su valentía. Esta le preguntó a un guarda de seguridad que qué pasaría si se salía de la fila que les habían obligado a formar, algo típico durante la ocupación. A esta atrevida cuestión, el guarda le respondió: "Yo no voy a disparar, pero alguien lo hará". Pese a la respuesta, su abuela decidió salirse de la fila. Afortunadamente la historia terminó de la mejor manera posible y por eso la actriz se lo quería agradecer: "Den un paso a un lado, sálganse de la cola", les dijo a todas las mujeres allí presentes.
El lingotazo antes de subir al escenario
Alex Borsteing también dio una lección de como aprovechar cualquier minuto en la pequeña pantalla. Justo cuando pronunciaron su nombre como ganadora del premio Emmy, la actriz se sacó una pequeña botellita de lo que parecía alcohol de su bolso y le pegó un buen trago mientras mantenía los ojos muy abiertos como mostrando sorpresa. La reacción de quienes estaban a su lado no era otra que sorpresa y las redes rápidamente empezaron a aplaudir esta divertido momento.