El plató de Ana Rosa Quintana ha vivido un momento muy tenso durante la emisión del programa. El tema que se estaba tratando era el sobrepeso y la obesidad, pero sobre todo cómo lo percibe la sociedad española. Para hablar sobre el tema, en 'TardeAR' se encontraba Vicky Martín Berrocal, que fue la primera en dar su opinión después de haber sido diagnosticada de obesidad y, más tarde, de sobrepeso.
"Ahora estoy bien, he perdido 27 kilos en tres años, y de esto sé ", comenzó diciendo la diseñadora. A lo que añadió que ella no lo había sufrido, pero que sí había mujeres que le escribían porque no sabían qué hacer por los comentarios que recibían: " Gente que les señalan, hasta en sus propias casas, una madre que le dice qué gorda estás ".
Opiniones enfrentadas
Laura Sánchez también estaba en el plató y no pensaba lo mismo que Vicky Martín Berrocal, así que salió a dar su opinión. " Yo tengo una talla normal ", empezó a decir la modelo antes de que la diseñadora interviniera: "Mide 1,80 y tiene una 36-38, eso es una talla normal para ti. Para mí una talla normal es una 40. Tú no eres una talla normal ".
Fue entonces cuando Laura Sánchez respondió: " ¿Yo que soy, anormal? ". La modelo explicó que en la moda siempre han existido unos cánones y unas medidas: " Mido 1,80, peso 58 kilos, y como muy bien por mi salud. Tengo una buena genética, y hago deporte todos los días que puedo". Laura Sánchez siguió hablando sobre el tema, pero esta vez en referencia a las modelos. "Pero ahora lo que tenemos es que extender la moda a todos los cánones de mujeres. No me vale modelo curvy, es una modelo", añadió.
En cambio, Vicky Martín Berrocal no compartía su opinión: "Cuando las comparas con las otras modelos, la que mide 1,80 metros y pesa 58 kilos no tiene que tener ni estómago ". Además, aseguró que desde los 14 años ha tenido problemas a la hora de comprar ropa porque le decían que no tenían ropa para ella. "No digas que una talla normal es una 36 y 34. Entonces las señoras que están en su casa se van a mirar al espejo y nunca se van a gustar. Ese es el problema", indicó antes de que Ana Rosa Quintana diera paso a la publicidad para calmar un poco el revuelo.