Lapiedra no ha querido adelantar mucho ante las cámaras de Socialité pero si ha dejado caer la posible época en la que celebrar el tan esperado enlace: ni el invierno por mucho frío, ni el verano por mucho calor. La exsuperviviente ya pasó por el altar otras dos veces, en abril y septiembre, por lo que tampoco quiere repetir (para evitar maldiciones). Asique ha dejado caer que podría ser en el mes de junio, es decir, dentro de muy poco tiempo. Parece ser que, pese a la inmediatez ten importante evento, los novios aún no han hablado mucho y ni siquiera el lugar está claro, no se sabe si Madrid o Barcelona.
El vestido es una de las piezas clave, y la novia tiene ya algunas ideas claras: ¿el color? Marfil; y el escote palabra de honor, descartado. María Lapiedra quiere algo moderno, arriesgar en el que sería ya su tercer boda. Atrás quedan ya sus bodas al estilo cuento de princesas y el inolvidable vestido rococó de la boda con Mark Hamilton. Para desgracia de muchos, el enlace será algo íntimo y sin muchos invitados, por lo que, seguramente, muchos de los colaboradores con los que trabajan los novios van a quedarse con las ganas de asistir.
Asuntos que zanjar
Posiblemente escoger lugar, diseñador par el vestido y cerrar la lista de invitados será algo que se solucione mucho más rápido que este último problema dada la complicada situación entre la exsuperviviente y su último marido.