"Arrastramos y dimos vueltas de campana. De lo único que me acuerdo es que segundos antes le dije de descapotar el coche y me dijo que no porque aún hacía frío. Si se hubiese descapotado lo mismo no estaba aquí hoy", cuenta. Rocío Carrasco fue trasladada en helicóptero al 12 de octubre y a Fidel Albiac se lo llevaron en ambulancia: "Tuvimos el accidente el 12 de febrero y el cumpleaños de Fidel es el 14. Estaba una camilla y sabía que estaba bien. Abrí el ojo, vi a mi madre y le dije que estaba bien. Pregunté por Fidel, estaba ahí, me dijo que estaba bien, le pregunté por el día que era, era 14, le dije felicidades y me quedé inconsciente. Me indujeron un coma porque tenía un traumatismo craneoencefálico y la vértebra deshecha".
Este accidente derivó en una complicada situación para Fidel Albiac con la familia de Rocío Carrasco: "No se lo pusieron fácil. Mis padres hacen que atendieran mínimamente a Fidel en el hospital, no lo dejaron ni 24h en observación. Mi padre le dijo que era mejor que se fuera del hospital, a lo que él le contestó 'cuando tu hija abra los ojos y me diga que me vaya, me iré, mientras tanto no'. Todos ellos se permitieron el lujo de hacer eso porque se pensaban que me iba a morir, si no no tiene ninguno cojones a sacarlo del hospital. Ellos pensaban que yo no iba a salir. Le culpan a él del accidente pero, ¿ninguno es consciente que él podría haberse matado y yo haberme quedado viva? ¿Ninguno es consciente que él tiene una familia? ¿Pero qué humanidad? Eso no se hace con nadie".
A Fidel Albiac le echaron de casa
Antonio David rentabilizó la situación
En cuanto a la presencia de Antonio David Flores en el hospital, Rocío Carrasco comenta: "A Antonio David no lo quería nadie allí pero nadie tenía huevos para hacer lo que habían hecho con Fidel, que era no dejarlo entrar o haberlo echado. A ese sí lo tenían que haber echado pero hacía mucho tiempo. No tuvieron huevos de hacerlo porque sabían lo que podía contar, lo que había vivido con uno u otro. Fue más veces pero yo ya estaba despierta y no entra. Va todas las veces que puede porque sabe que es dinero". Además, Rocío Carrasco añade: "En el momento en que abro el ojo la que manda soy yo. Cambio todo. Me tiré en el hospital un mes y yo no quería que mis hijos me vieran en el hospital. De los niños se ocupa la casa entera". En cuanto a su padre, explica la situación: "Mi padre no salió conmigo porque no estaba en Madrid pero si hubiese estado tampoco hubiera salido. Aunque él seguía yendo al hospital a verme, desde ese momento la relación con mi padre cambia durante un tiempo bastante grande".