El séptimo programa de 'Quién quiere casarse con mi hijo' ha demostrado que las relaciones y los vínculos de los participantes van en aumento, unas citas que cada vez son más románticas, llenas de declaraciones y con unas confianzas que a veces, llevan a los pretendientes y pretendientas a perder la razón.
"Estoy aquí contigo y voy a estarlo por siempre y para siempre", así fue la declaración de Sandro a Vicente. Una entrega que también demostró Ra con una sorpresa con un ramo de flores en la playa: "Voy a hacer lo que haría Vicente en éste momento".
Al mismo tiempo, y en modo de adelanto del próximo programa, Ra se 'sinceró' con un bombazo rompecorazones: "Desde el primer día, Vicente y yo nos hemos liado. Todos, todos los días, hasta que llegamos a Sevilla. Y me da mucha rabia porque le está vendiendo a Sandro que es un angelito, cuando es mentira. Yo lo voy a decir, no sé cómo ni cuándo pero lo voy a hacer".
Una lucha de trincheras
Pasaron una noche en su apartamento de soltero, entre besos, abrazos modo 'mono' o koala, Delia parece ganarse la confianza del malagueño, una alocada personalidad que Rafa considera divertida y llena de sorpresas pero que hasta ahora, no conoce el carácter defensivo y celoso de esta madrileña.
Mucha confianza pero no tanta tensión sexual como la que vivió con Sandra. En el mismo apartamento 'hecho a medida', Rafa sorprendió a 'la rubia' con un baño en el que la recibió desnudo y ya bajo la espuma. "Rafa esta lleno de sorpresas", "nunca sabes por dónde te puede salir" declaró Sandra.
Y tanto que no se sabe por donde puede salir. Una de las perlitas más comentadas fue una sobre la tradición monástica de Avignon en la que ni los técnicos de 'QQCCMH' pudieron contener la risa: "Un Papa es el que cría a los curas y es de la religión de los dioses".
Pasión vs Amor
Tras demostrar lo que significa la entrega y los sentimientos, envidias y celos, Markus y sus citas mostraron lo contrario. La sensualidad, el juego, las 'relaciones más maduras' o el erotismo han vuelto a regalar al gallego besos, ropa interior y hasta una noche de sexo.
En un viaje a Berlín, Markus y Maria José han enseñado Berlín a las pretendientas. "En Berlín, sólo hay gente fea" o "Saturno, Jùpiter....y Plutón familiar" son algunas de las perlitas del gallego. Pero su madre no se quedó lejos. Mientras Sara y Markus disfrutaban de una cita a solas, Maria José y Rocio le daba una lección de geografía alemana: "Por aquí, por esta zona, pasan los ríos Rin, Elba...y Pisuerga".
Al mismo tiempo, Markus se dejó seducir en la habitación del hotel. Con fresas, un champán peligroso y nata en el pecho, Sara le regaló la noche más 'hot' de Berlín. "Me sentía la reina de la noche. Un águila imperial en peligro de extinción", "fue muy romántico" declaró Sara, una percepción que poco tiene que ver con el punto erótico que vivió el gallego.
Anfinidades compartidas
Aunque pesábamos que tras la repesca de Angie Diego iba a entregarse al máximo con la más friki de sus pretendientas, Diego dedicó buena parte de sus mejores piropos a Bea, "Bea es mi media maracuyá", unas frases que rompieron el corazón y llenaron de incertidumbre a Angie, una chica que entiende que "cuando algo me gusta, me pongo muy nerviosa porque sé que lo voy a perder".
A pesar de este incómodo momento, Diego se sinceró y no puedo aguantar: "¿Qué iba a hacer ante esas frases?". Acto seguido le plantó un beso, un momento que Angie agradeció sin conocer en el triángulo amoroso en el que se ha metido. Diego tras besarse con las dos pretendientas: "Cada día me gustan más las dos que quedan".