Los días siguen pasando desde el bombazo de ' Cantora: la herencia envenenada ' y las informaciones se siguen sucediendo. Kiko Rivera apareció en el plató de Telecinco con una carpeta llena de documentos y el Dj se desahogó y se mostró más sincero que nunca, dedicándole palabras durísimas a su madre Isabel Pantoja, pero también contando algo que dejó absolutamente alucinado a todo el mundo.
Después de que Jorge Javier Vázquez, tras recibir un mensaje de José Antonio León, le preguntara directamente sobre si el 2 de agosto había descubierto supuestamente unas pertenencias de su padre Paquirri que su madre siempre le había negado que tuviera, y Kiko Rivera terminara admitiéndolo, muchas han sido las versiones que se están dando sobre lo que pasó aquel.
Ahora Antonio Montero ha dado un nuevo giro a la historia puesto que ha revelado en 'Sálvame' que el Dj habría tenido conocimiento de esas presuntas pertenencias mucho tiempo antes del famoso 2 de agosto: " Hace un año conocía que las pertenencias de su padre estaban en Cantora. Alguien se lo dijo y, de hecho, como parece que él se lo tomó de una forma extraña, se lo dijo también a Irene. No lo vio, solo le dijo 'que sepas que eso está ahí'. Como él no se lo quería creer porque su madre se lo había jurado, pero cuando él lo ha visto es cuando verdaderamente se ha vuelto loco", ha asegurado.
La llamada que espera Kiko Rivera
Por su parte, Antonio David Flores ha apuntado que Kiko Rivera prosigue con su labor de recopilación de documentos a la espera de algún tipo de reacción por parte de su madre Isabel Pantoja o, al menos, de sus abogados: " Kiko está esperando a que haya una llamada por parte de su madre o de los abogados con la intención de solucionar el problema, que hasta el momento aún esa llamada no está. Mientras tanto está recopilando documentación y viendo la posibilidad de saber si con toda esa documentación puede dar luz a toda la problemática que tiene encima antes de dar el siguiente paso y contarlo".
Y mientras tanto, el Dj ha optado por guardar silencio públicamente. Así lo ha relatado Omar Suárez desde la puerta de la casa de Kiko Rivera en Castilleja de la Cuesta. Allí ha podido hablar brevemente con su mujer Irene Rosales, que se ha mostrado "preocupada" y "dolida por toda la situación", y que le ha comentado que el Dj " necesitaba soltarlo todo como hizo el viernes y a partir de ahí, por decisión propia, ha decidido echar el freno. Que no quiere remover más la historia".