La malagueña está sometiéndose a un reto en 'Sálvame' por el que tiene su propia sección y un objetivo claro: perder kilos. Carmen Borrego cuenta con un entrenador personal que la enseña a hacer los ejercicios de forma correcta y que la anima a que siga hacia delante. Además, tiene que seguir un régimen con el que ir perdiendo esos dichosos kilos que tanto le disgustan, así como cuidar su salud a través de la alimentación.
Una semana más, Carmen Borrego llegaba con ilusión al plató de 'Sálvame' para pesarse en la báscula, pero se notaba que no esperaba grandes resultados. La colaboradora confirmaba que durante esa semana se había saltado la dieta en alguna ocasión, sobre todo durante una celebración con amigos. Ella estaba empeñada en decir que no se había cebado, pero lo cierto es que la báscula no miente.
Disgusto a la vista
Carmen Borrego contemplaba en el pantallón los kilos que pesaba la semana anterior, que eran 55,800 y, al subirse bastante reticente, descubrió que había engordado casi 700 gramos. La pobre colaboradora insistió en la báscula le había subido un poco de más pero la realidad era que había engordado un poco durante la última semana al no haber seguido la dieta a rajatabla.