Darling Arrieta ha conectado en directo desde Lorica, Colombia, con el programa especial de Telecinco 'La sentencia de Daniel Sancho' para realizar su primera entrevista en España tras conocer el veredicto del caso. "Gracias a Dios, hubo justicia. Es lo que esperábamos. Fue la cadena perpetua y así el Señor nos lo ha concedido", así ha comenzado la hermana de Edwin Arrieta respondiendo a la primera pregunta del entrevistador. Además, asegura que su familia está contenta con la sentencia.
Darling Arrieta relata cómo recibió la noticia
Darling Arrieta ha querido dar detalles sobre el momento en el que tanto ella como su familia fueron conocedores de la sentencia de Daniel Sancho tras varias semanas de espera con los nervios a flor de piel. "Mis padres se durmieron tranquilos y me fui a casa, oré y me fui a dormir también tranquila. De las 20.30 de la tarde a las 23.30 dormí, sonó mi celular y Adriana Behaine me llamó para darme la noticia y decirme que la muerte de Edwin no había quedado impune", ha explicado emocionada.
La hermana de la víctima no ha podido contener las lágrimas y se ha mostrado vulnerable ante las cámaras debido a sus "sentimientos encontrados" por la sentencia. "Lo primero que hice fue darle gracias a Dios porque no nos dejó en vergüenza, no nos abandonó, estuvo ahí con nosotros y nos dio la victoria. Y lloré, porque lloré. Lloré porque la muerte de mi hermano no quedó impune, porque mis papás iban a tener un poquito de tranquilidad en medio de tanto dolor y porque mi hermano puede ya descansar en paz", ha asegurado desolada Darling Arrieta.
"Nunca pedimos la pena de muerte, porque solamente Dios da la vida y la quita. Nos sentimos satisfechos", ha afirmado Arrieta. La familia de la víctima siempre se ha mostrado reacia a la condena de pena de muerte a Daniel Sancho. "Mi mamá decía: que no lo maten, yo no quiero que a ese señor lo maten", ha asegurado la hermana de Edwin Arrieta. De esta forma, los allegados del cirujano han podido perdonar a Sancho para cerrar un capítulo, pero siguen esperando ese mensaje de arrepentimiento que les hubiera gustado recibir.