El pasado lunes 12 de junio se agotaban las oportunidades de Dani Alves y su defensa para conseguir su libertad condicional tras ser acusado de una presunta violación y por la que entró en prisión el 20 de enero. Tras el rechazo de la Audiencia de Barcelona al jugador de fútbol solo le queda seguir privado de libertad hasta la celebración del juicio donde se decidirá su inocencia, recuperando la libertad o, por el contrario, seguir cumpliendo condena esta vez si como culpable de un delito.
Una espera eterna para el brasileño y un juicio ante la justicia que ha tenido ya una antesala con un juicio mediático por todas las pruebas que se han ido filtrando a los largo de los últimos meses. Lo que se sabe hasta el momento es que la víctima ha mantenido la misma versión desde la propia noche de los hechos que le confesó lo ocurrido en el baño de aquella discoteca de Barcelona a una pareja de Mossos que le atendió en el propio local. Alves, por su parte, ha cambiado la suya hasta en cuatro ocasiones a medida que la investigación ha ido avanzando y descubriendo algunas evidencias como por ejemplo la presencia de resto seminales en el interior de la vagina de la joven. En un primer momento el futbolista negó la penetración. Tras esta revelación, aseguró que había mentido para no reconocer que le había sido infiel a su mujer, Joana Sanz.
Ahora, mientras todavía espera a conocer la fecha de la celebración del juicio, Dani Alves ha querido hablar por primera vez públicamente concediendo una entrevista a la periodista Mayka Navarro y que emite 'El programa de Ana Rosa' y publica el diario La Vanguardia en su totalidad la mañana de este mismo miércoles 21 de junio tras cumplirse los cinco meses desde su entrada en prisión. 2 horas de conversación en los que el brasileño ha dejado ya importantes titulares con los que no solo insiste en su inocencia, sino que apela directamente a la presunta víctima de la violación ante lo que para él ha sido un mentira que ha llegado demasiado lejos.
"A la única persona a la que tengo que pedir perdón es a mi mujer, Joana Sanz"
El futbolista ahora sin equipo asegura que ha decidido aceptar esta entrevista "para tener la oportunidad de que la gente sepa lo que pienso" e intentar también que sepan lo que ocurrió aquella madrugada del 31 de diciembre de 2022 "a partir de lo que yo viví y lo que ocurrió en aquel baño" y que nada tendría que ver con ese "relato asustadizo de miedo y terror" que se ha dado a conocer hasta el momento a través de la versión de la joven. Una versión que, según él, nace de un mal consejo que alguien le dio y que ha causado un problema de tal magnitud que ahora no puede revertir: "Alguien la aconsejó mal. Se sintió mal después de hacerlo, dio un paso adelante y ya no ha sabido salir del lío en el que se ha metido y en el que me ha metido ".
Según su versión de los hechos, Alves insiste en que él entró detrás de ella en el cuarto de baño, algo que recoge tanto la versión de la víctima como las propia cámaras de la discoteca que recogiendo el antes y el después de los hechos. Según la víctima, porque creía que iban a otra sala del reservado, no a un cuarto de baño; según Alves, esta había accedido a hacer lo que hizo: " Yo entré detrás de ella. Ni cerré la puerta con pestillo. Sabía que Bruno estaba fuera pendiente de que no entrara nadie. Mi amigo sabía lo que estábamos haciendo. La puerta estuvo abierta en todo momento, podría haberse ido porque yo permanecí sentado prácticamente todo el rato sobre la tapa del váter ", dejando claro que él nunca la forzó a hacer nada que no quisiera: "Ella en ningún momento me dijo que me detuviera ni hizo ningún gesto de quererse ir (...) No hay ni una sola marca en su cuerpo que explique esa violencia con la que ella dice que la moví en el baño". En cambio, el futbolista no puede justificar que hayan aparecido huellas de la víctima en el espejo y en el lavamanos: " No sé en qué momento tocó esos lugares. Pero nada de esos movimientos que ella ha contado que yo le obligué a hacer son ciertos y el rasguño es por permanecer de rodillas mientras me realizaba una felación ".
Unos hechos que según él son la única realidad de lo que ocurrió allí dentro. Ante este pensamiento, Alves también se dirige directamente a la presunta víctima en esta entrevista apelando a su conciencia y reconociendo que él está muy tranquilo a pesar de estar privado de libertad: " Tengo la conciencia tranquila ", y asegura que tiene claro lo que ocurrió allí dentro: "Lo que no ocurrió es que yo obligara a esa mujer a hacer nada de lo que hicimos". "Nunca he hecho daño voluntariamente, y a ella aquella noche tampoco. No sé si ella tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches, yo la perdono. Sigo sin saber por qué ha hecho todo esto, pero yo la perdono". Tan convencido está de su versión de los hechos que también reconoce que no tendría porqué pedirle perdón en ningún momento a la joven por lo ocurrido ni por todo lo que vino después: " A la única persona a la que tengo que pedir perdón es a mi mujer, Joana Sanz ".
"Si me hubieran pedido que me esperara, esa misma noche me presento en una comisaría"
Le insiste a la periodista que este fue el único motivo por el que mintió y dio tantas versiones diferentes a lo largo de los meses: "Si alguien ha amado alguna vez de verdad, si ha conocido, como yo, el amor verdadero, sabrá que por conservar ese amor, uno hace cualquier cosa. Y yo mentí. Tuve miedo de perder a Joana y por eso mentí. Luché a la desesperada por salvar mi matrimonio de una infidelidad, sin importarme las consecuencias que estoy pagando", y asegura que contó finalmente la verdad después de poder hablar con la modelo: " En cuanto le pude contar a mi mujer lo que había pasado realmente aquella noche y le pedí perdón, quise declarar otra vez y contar la verdad ".
Tal es su convicción de que lo que ocurrió en aquel baño fue cualquier cosa menos una violación que insiste en que habría colaborado con la justicia desde un primer momento: "Si la hubiera visto llorar me hubiera detenido para preguntar qué pasaba", asegura sobre las imágenes de la discoteca en la que se le ve pasar al lado de la presunta víctima mientras lloraba ante el personal de la discoteca: "En ese instante, si algún responsable de la discoteca me hubiera pedido que me esperara porque una joven aseguraba que yo le he había agredido sexualmente, yo no me voy a casa. Esa misma noche me presento en una comisaría a aclarar lo que ha pasado ".