El culebrón protagonizado por José María Gil Silgado, exmarido de María Jesús Ruiz, sigue aumentando sus capítulos a un ritmo trepidante. Si el pasado 16 de abril se vivía en la Feria de Sevilla un momento muy tenso entre él y su hija, que llegó a las manos, el día 17 no iba a estar exento de aventuras para el empresario. A mediodía veíamos llegar a la modelo, directa desde Honduras, al juzgado número 4 de Jaén, donde tenían pendiente un juicio por una denuncia que ella misma interpuso contra su exmarido. Tanto a la entrada como a la salida, en unas imágenes de 'Sálvame', veíamos a un Gil Silgado muy tranquilo, asegurando que confiaba en su inocencia y en la justicia.
Pero, si es verdad que el empresario salió satisfecho del juzgado, poco le duró la alegría, pues su hija mayor, Anabel, con la que hacía horas se había enfrentado, estaba sentada en 'Sálvame' dispuesta a contar su versión de los hechos. Según Anabel, Gil Silgado sabía perfectamente que, a pesar de no tener prohibida la entrada a la Caseta, de la que ambos se disputan la titularidad, no le iban a servir comida ni bebida por la deuda de 90.000 euros que Gil Silgado tienen con la empresa de catering. Por supuesto, le dijeron que no podía traer comida de fuera por sanidad, así que la temperatura fue subiendo, hasta llegar a las manos entre padre, hija, y todo el que andaba por allí. Una estampa que pudieron captar las cámaras de Telecinco.
En cuanto vio que su hija estaba apareciendo en pantalla, no dudó en llamar al teléfono de Kiko Hernández para comentar que todo lo que Anabel estaba contado era mentira, asegurando, además, que va a denunciar a su propia hija: "Tiraron la comida de mi hija, sus lagrimitas de polloy su jamón, entre mi hija y los camareros que ordenó. Y está grabado, y así saldrá. El documento que certifica que esa caseta es de mi hija está falsificado, lo ha falsificado ella, yo no he grabado nada". Ante la pregunta de si era verdad que le debía casi cien mil euros a los responsables de la caseta, el empresario contestaba: "No le debo ni un duro. Si quieren que me denuncien, pero a mi esa gente me ha quitado más de un millón de euros desde que están ahí. Os voy a mandar el certificado de titularidad de la caseta, donde pone que el único dueño soy yo", aseguraba el exmarido de la superviviente María Jesús Ruiz.
Por su parte, Anabel, hija de Silgado, aseguraba: "Según él le han robado los del catering ¿De qué? Si ahí ha dado de comer y de beber a toda España, si ahí no pagaba nadie. Esa gente es humilde. Y si volvían año tras año es porque ese señor trabajaba con mi abuelo. Es una relación familiar y ese hombre es extremadamente bueno. Además, mi padre le firmó en un papel en el que le ponía que, a cambio de esos 90.000 euros, le daba una casa que él tenía y confió en eso. Pero al poco tiempo, se dio cuenta de que la casa estaba embargada, como todo lo que tiene mi padre. Y lo único que le queda a este señor es denunciarlo", decía Anabel.
El certificado de la Caseta
Tras tirarse los trastos a la cabeza, a través del teléfono, Gil Silgado enviaba a Kiko Hernández el famoso certificado de titularidad de la caseta: "Me acaba de mandar un documento Gil Silgado y aparece él como titular de la caseta". Pero Anabel, muy tranquila desde la sala vip del programa de Telecinco, le llevaba la contraria: "Eso no es verdad, eso lo ha falsificado él. Él no tiene nada que perder, no tiene ni donde vivir. Él está solo, y como no tiene nada que perder, va a hacer todo el daño que puede. Ahora te enseñaré el verdadero papel, que lo tengo aquí", decía Anabel.