La que fuera Presidenta de la Comunidad de Madrid ha regresado al plató de Telecinco para ser una más a la mesa.
Una nueva edición de 'La última cena' ha ocupado el plató de 'Sálvame' con dos cocinero que prometían poner toda la carne en el asador: Carmen Borrego y Kiko Hernández. Los declarados enemigos públicos tenían que unir fuerzas para conseguir ser la mejor pareja en los fogones, no sin antes tener sus pertinentes desencuentro que casi acaban con la hermana de Terelu Campos abandonado la aventura antes de ponerse el delantal.Peros los dos televisivos no sería los únicos que animarían el plató esa noche, a ellos se sumarían otros conocidos rostros como Paz Padilla en calidad de presentadora; Lydia Lozano y sus ya míticas pelucas; y Cristina Cifuentes, la expolítica hora reconvertida en personaje televisivo que ya había acudido anteriormente.
Una presencia que no estado exente de polémica desde su primera aparición, algo que no ha dudado en comentar desde su entrada en plató: "A mí me va la marcha por eso vuelvo", le confesa a Paz Padilla mostrándose divertida y haciendo oídos sordos a todo lo malo que se había dicho ya de su presencia: "En el mundo tiene que haber de todo y hay gente que no le gusta".
"Me he tenido que tragar mi propia lengua alguna vez"
Pero para la que fuera Presidenta de la Comunidad de Madrid este evento televisivo no era más que otro divertido momento del que tenía claro que quería formar parte. Eso sí, ha tenido que escuchar de todo, reconocía: "¿Qué por qué voy a estos programas? Porque me da la gana", espetaba zanjando así cualquier polémica.
Esta noche además Cifuentes tendría que hacer frente en la mesa a algo que nunca antes había tenido ocasión de comer: lengua. Eso sí, no desaprovechó el menú para lanzar alguna que otra pullita a los que en su momento fueron sus compañeros de trabajo en el ámbito político y de los que parece no guarda especial cariño: "Yo no he comido lengua en mi vida, pero me tenido que tragar la mía alguna vez", y añadía: "No me he reído con muchos políticos, pero maldad toda la del mundo. Pero eso lo hay en todos los sitios".Algo que, en cambio, sí tenía claro que iba a hacer en plató de Telecinco. Tanto, que pese a no parecer muy animada al principio, el desenfreno de Lyida Lozano y Paz Padilla la animó a acabar bailando el conocido chuminero delante de los fogones regalando uno de los grandes momento de la noche a la audiencia.