Por eso, cuando escuchó los fuertes aplausos desde el plató al conocerse su nominación, no dudó en comentar la situación: "Hay gente a la que han abucheado y ha llegado a la final. Si aplaudieron, pues me alegro. Lo peor de todo es que lo han celebrado como 'buah, va a salir'. Estoy procupadísimo, vamos, no veas qué preocupación tengo", decía irónicamente aunque luego aparentaba totalmente lo contrario. "No me ha dolido lo del público cuando han aplaudido. Yo he pensado que era por el punto de Cora y he pensado 'es normal que aplaudáis' porque lo han entendido como una traición en el momento", decía a Marta.
La concursante, asustada por la posible expulsión, le decía: " No quiero que te vayas ni quiero escucharte decir que te quieres ir", a lo que él respondía: "No me quiero ir pero está cantado que esta es la mía". En el cubo, Adrián se desahogaba: "Marta no quiere que me vaya y el hecho de que esté nominado y me pueda ir a ella le afecta. Me ha dicho que no quiere que me vaya, ahora que nos hemos lanzado a esto lo quiere vivir aquí el máximo tiempo posible, pero bueno. Lo bueno es que si salgo haré de fan número uno. Es una persona que la ves que con esa personalidad te diga que te necesita aquí dentro, que haya pasado lo que haya pasado fuera le va a dar igual", decía llorando.
Las cosas no iban mal entre ellos, que comentaban en la cama: "Igual sales y luego no quieres saber nada de mí. En plan 'hay muchas chicas aquí fuera'", decía Marta, a lo que Adri le respondía dándole un beso: "Eso es lo que no puedes permitirte que te ronde la cabeza el tiempo que estés aquí si no estoy yo". Volviendo al exterior, Adrián decía: "No creo ni siquiera que la gente me odie por el reality. No creo que haya hecho nada tan malo aquí como para que me odien".
Mal momento con Marta
Marta seguía apoyando a Adrián tras lo que acababa de decir: "No lo has hecho, pero ni aquí ni en ninguna parte", a lo que él respondía: "Las cosas se pueden tergiversar y al final en mis relaciones he sido infiel, bastante infiel y podrían empezar a tirar de la manta". Ella le respondía: "Vale, pero todo el mundo tenemos errores". Las cosas empezaron a torcerse cuando Adrián empezó a decir que se quería ir de la casa: "Ya no tengo mucho más que hacer en esta casa. Yo creo que ayudo mucho más fuera que dentro".
Lejos de agradecérselo, Adrián decía algo sin sentido: "Pero a ver qué lógica tiene que esté en una fiesta con seis personas, me sienta desubicado y luego una persona venga a estar conmigo, una persona de la fiesta venga a estar conmigo para que esté ubicado, si esa misma persona estaba en el salón. No tiene ni pies ni cabeza". Además, Adrián sacaba a relucir su amistad con Cora: "Yo mis días me los paso con Cora. Tengo algún rato con David y algún rato contigo". Marta no entendía nada y le decía: "Es que yo considero que paso ratos contigo e incluso te busco. Yo también estoy aquí".
Siguiendo con su negatividad y su mal momento con Marta, le espetaba: "Hay muchos días que me voy a la cama y tengo la sensación de que he estado con Cora. Y lástima que no me echen el jueves". La joven no dudaba en irse al cubo, ponerse a llorar y decir lo que sentía: "Igual siente que no aporta mucho en la casa pero a mí sí que me aporta. Hay momentos que busca su salvación en Cora y para mí eso pues me pica, me escuece. Siento que no me entiende y yo quiero estar bien con él, no quiero que sean los últimos días aquí con él".