La actriz tenía que ir mirando unas láminas y explicarle a la psicóloga qué es lo que veía ahí. El resultado ha sido más que sorprendente para todos los colaboradores, puesto que debajo de esa piel de mujer fuerte y que consigue todo lo que se propone, hay una María Lapiedra muy delicada, muy sufridora y con muchos traumas.
De hecho, a medida que poco a poco se iban dando algunos detalles, los colaboradores del programa coincidían en que Gustavo González siempre apunta que ellos no conocen realmente a la actriz y que hay que cuidarla, principalmente eso: "Yo aquí me pongo una coraza, pero yo no soy realmente así", decía ella misma.
Y es que al parecer, cuando era muy pequeña, María Lapiedra sufrió una pérdida -y otro episodio más- que le dejó muy muy tocada y le provocó unos sentimientos y unas inseguridades que arrastra desde entonces. Sin poder evitar las lágrimas, la invitada confesó tener miedo porque lo puede perder todo: "Es como que me autodestruyo. Hay gente que me quiere pero yo me autodestruyo. Siempre he necesitado una pareja".
El abrazo de María Patiño y María Lapiedra
Entre sus confesiones también estuvo la de que se había sentido como un trofeo para los hombres en algunas ocasiones. Un relato a lo largo del que, a pesar de su discusión previa, María Patiño fue poco a poco también emocionándose, hasta el punto de que acabaron abrazándose. "No sé cómo decirlo. Bueno ya me conocerás si tu relación se hace estable. Espero coincidir contigo y conocerás quién es María Patiño dentro de un plató y fuera", decía antes de darse ese abrazo de la reconciliación.