En la docuserie recordó cómo se conocieron, allá por finales de los años 70 del siglo XX: "Nos conocimos estando en el mismo edificio me esperaba en recepción y yo pensaba: 'qué tipo más pesado'. No le echaba muchas cuentas y así empezamos a conocernos. Me gustó que es un embaucador y tiene un piquito de oro. Me pareció guapo, normal, cariñoso... Desde el principio sabía que tenía una hija y muy bien. Recuerdo con mucho cariño los primeros días y las primeras veces que quedé con él, sentía mariposas". También rememoró su boda: "Yo llevaba un traje muy bonito. Acabábamos de inaugurar el bar el día 2 de junio y el 6 nos casamos. Nos casamos muy enamorados". Además, Maite Zaldívar guarda con especial cariño y emoción lo que vivió ese día al ver a su hija Eloísa y a Julián Muñoz. Eloísa era fruto de una relación anterior de Maite Zaldívar. Esto nunca fue un problema, sino todo lo contrario porque Muñoz la aceptó y la quiso como hija: "Ella le dijo: '¿ya eres mi papá?' Fue muy emocionante. A partir de ahí no hubo ninguna duda. Tenía pasión por mi hija Eloísa".
"Había estado con ella en Fitur. Después de Fitur estábamos en una cena y él se levantó diciendo que tenía que volver urgentemente a Marbella. Después de separarme me enteré de que no fue a Marbella, se quedó en la casa de La Moraleja de esta señora. La primera vez de ellos no fue en Guadalpín, mentira", confesó desmintiendo así lo que había dicho Julián Muñoz. "De aquella ella estaba con Diego Gómez. En una cena estaban ellos en una mesa y Diego Gómez y yo en otra, no sé si era la mesa de los amigos o de los cornudos, porque los dos éramos cornudos. Ellos eran los ganaderos, nosotros, el ganado. Mi matrimonio no estaba en crisis, ahora que se piense que estaba en crisis, pues bien. Yo sé lo que yo tenía y mi matrimonio no estaba en crisis. La primera vez que sé que me fue infiel me entero porque es muy torpe, es muy torpe, lo hace mal. Tenía que haber tenido práctica si es verdad que lo ha hecho tantas veces y acaba delatándose él solo. Le perdoné y cuando se perdona, se olvida. A ese hombre le vi destrozado, destruido... y el que me veía decía: '¡Cómo te quiere Julián después de tantos años que lleváis!'. Pensaba que había sido un escarmiento. Se lo dije: 'Primera y última vez. La próxima vez aquí se acaba la historia, coges tus cosas y te vas", recordó Maite Zaldivar. La exmujer del que fuera alcalde de Marbella aprovechó también para desmentir que ella hubiera estado detrás de haber elegido a Isabel Pantoja como imagen de la ciudad malagueña: "¿La imagen de Marbella idea mía? Con Antonio Banderas o Julio Iglesias... me hubiera traído un tío estupendo. O Pepón Nieto, que es de Marbella. ¿Más imagen de esa queremos?". Y entonces estaba contando un día en el que estaba con ellos, y olvidó no pronunciar el nombre de la cantante: "Estoy con Isabel Pa... con esta señora, me atraganto, no me gusta decir su nombre porque además me atraganto", señaló.
Sobre la infidelidad reconoce que su entonces marido le tachaba de loca por pensar que estaba con Isabel Pantoja: "Julián me decía: 'estás loca, es que estás loca, es enfermizo, no es sano. Ves fantasmas donde no los hay'. Aquel día de Andalucía 2003 cuando les veía ahí me sentía culpable. ¿Cómo puedo pensar esto de estas personas?". Poco le duró el engaño. "¿Cómo se puede ser tan mala persona? ¿Cómo se puede hacer tanto daño? Que él lo haga, pues es un sinvergüenza, un golfo. Pero una mujer hacer ese daño a otra mujer? No, quédate en tu casa, quédate bailando, donde quieras, pero eso no se hace, eso no se hace. Si tú no tienes familia, cómpratela, pero no vengas a robarla. Porque lo que hiciste fue robar a mi familia. ¿Tú puedes imaginarte a tu marido llevándote a la amante a casa? Creo que ninguna mujer nos los esperábamos. No solo que el marido tenga la poca vergüenza de traerlo a casa, y que la amante venga".
"A mí la vida me cambia cuando aparece esta señora. Aunque la gente piense que yo lo sabía, no era así. Yo soy como cualquier cornuda de este país y de muchos países, fui la última en enterarme. Me enteré de muchas cosas después de separarme". ¿Cómo se enteró? Por un detalle de Isabel Pantoja por el Día del Padre, que envió unas flores y una tarjeta a Julián Muñoz: "Eres el mejor padre del mundo te queremos, eso fue...Cuando él llama para dar las gracias nos preguntamos quién habrá sido, luego ya caí. Lo que más me duele es que se tenga la poca vergüenza de poner la tarjeta como si fuesen sus hijas. Nos damos cuenta y yo llamo a la secretaria personal de Julián y le digo, 'oye, ¿de dónde ha salido la macetita? Entérate ahora mismo porque no es de mis hijas'. A los minutos ya caí, la macetita venía de Fuengirola, y ya eran muchas casualidades". ¿Perdona a Julián Muñoz y a Isabel Pantoja? A él sí, pero a ella no: "Al principio de mi separación todo era dolor y rabia. Ahora ya no. Yo perdoné a Julián en su momento. Está muy perdonado. Que los días que viva lo haga en paz. A la otra parte no la voy a perdonar nunca. Jamás. Después de tanto tiempo me sigue revolviendo las cosas, pero no es con dolor. El enfado se fue hace tiempo. Por todo lo que hemos pasado y ver a ese hombre ahora mismo... es lo que más dolor me causa. Yo nunca pensé que pudiera ser alcalde de Marbella, pero nunca pensé que sus días iban a ser como son ahora".
Los tres acabaron en la cárcel, pero antes de que eso ocurriera hubo un juicio en el que se encontraron. De aquello recuerda un par de anécdotas: "Yo con Julián no me hablaba y no tenía necesidad de verle, pero a ella es que no me quería ni acercar, yo a esa señora ni la miré, la quería muy lejos. Yo quería ir al baño pero era imposible porque Isabel Pantoja se encerraba con todo su séquito en el baño y se tiraba allí todo el descanso, yo no podía ni entrar a hacer pis porque esa señora se creía por encima de todo y todos". La otra anécdota, más amable, tiene que ver con el cuaderno que Julián Muñoz llevaba en el juicio: "Yo sentía mucha curiosidad por lo que estaba escribiendo en ese cuaderno, pero como no me hablaba con él no le podía preguntar, me asomé y vi que lo que estaba escribiendo eran recetas de cocina".
Su vida en la cárcel
Sobre la cárcel, a la que entró el 27 de octubre de 2014 en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, reconoce que logró sentirse útil e incluso generar buenos recuerdos: "La primera noche no pude dormir nada, me metieron en una celda con una mujer mayor que no sabía hablar absolutamente nada de español y que se movía con dificultad, iba con un andador y hacía ganchillo. A los tres días conocí a una chica encantadora que habría cometido sus delitos pero para mí era una chica excelente, le pedimos el cambio de celda a los funcionarios y me lo concedieron, nos pusieron juntas. Para mí entrar en la prisión fue una liberación, a cada paso que daba hacia mi celda soltaba plomo, me quité un gran peso de encima. De la cárcel aprendí muchas cosas, una de ellas que también allí hay personas buenas. Me di cuenta de que no podía estar sin hacer nada, tenía que moverme y ser de utilidad, empecé a ayudar al profesor de la prisión y enseñé a una señora mayor a escribir", algo de lo que se siente orgullosa, también de las amigas que hizo: "Formábamos una cuadrilla y jugábamos todos los días al parchís". Además, recordó cuando vio a Julián Muñoz al se trasladado a la misma cárcel. Al principio le vio tan mayor y delgado que no le reconoció. Y con ese señor ha logrado finalmente mantener una relación correcta y cordial por lo bueno que les unió, donde destaca sobre todo el amor por sus hijas.