Todo comenzaba bastante normal, con Maite Galdeano dando su opinión sobre lo que estaba escuchando. Dejó bien claro que Alejandro Albalá no le gusta para su hija y que no se fía de él de ninguna de las maneras. De repente, uno de los enormes perros de Galdeano comenzó a agarrarse del brazo de Antonio Lleida, el reportero, lo que le impedía sostener en condiciones el micrófono.
Maite Galdeano daba explicaciones mientras tanto, después de escuchar a Alejandro Albalá que se le había insinuado, pero en tono de broma, asegurando que la había visto desnuda por casa. Sin embargo, Galdeano respondía tajante: "No me he insinuado a Alejandro. Me paseo en bikini porque mi ático está orientado al sol". Finalmente, el reportero y ella decidieron irse a un banco a sentarse, pero la comedia no terminó a ahí.
Adiós al reportero
Los colaboradores del plató no podían contener las carcajadas cuando Jorge Javier Vázquez le propuso a Antonio Lleida que cogiera a los perros, que no dejaban de subirse encima de él porque querían jugar, que se marchara a dar un paseo con ellos y que Maite Galdeano se quedara con el micrófono. Así fue y se pudo ver al joven paseando a los perros por detrás, provocando las risas de todos los espectadores. Una conexión de lo más surrealista.