Es más que sabido que no es muy dado a hablar de su vida privada y menos sobre su relación de pareja, aunque en este caso ha hecho una excepción, contando que siempre ha sido de relaciones largas, porque tuvo una relación que duró 14 años, y otra de 8, añadiendo: "No he sido un golfo". El presentador le ha preguntado cuánto llevaba con su chica, Rebbeca Lima, a lo que ha respondido que cuatro años, y Calleja ha sumado una pregunta más, queriendo saber si entre sus planes está ser padre.
"Sí", ha dicho a la pregunta de ser padre, aunque de paso ha revelado que antes tienes que cumplir con una de las condiciones de su chica: "Ella tiene obsesión con la piedra y el anillo y todos esos rollos... a una brasileña para casarse hay que pedírselo a su padre, darle el anillo...", ha dicho, hablando de que su pareja es muy tradicional y que cree que antes de tener un hijo pasará por el altar.
Más allá de esto, se ha sincerado sobre la complicada relación que tuvo con su padre: "Era un hombre con un carácter maluco. Pese a eso y a no siendo el padre más cariñoso del mundo, siempre entendí sus negatividades. Entendí que de pequeño, con 12 años, había estado en una fábrica, que había vivido una guerra, que perdió muchos hermanos de joven... Vivió muchas cosas que no le dejaban ser feliz", dijo. Una de las cosas que más le duele es que su padre jamás le dijo 'te quiero', y él se lo dijo cuando estaba a punto de morir. "Yo se lo dije por primera vez dos horitas antes de morir", ha añadido, para seguir diciendo: "Siempre pensé: Me gustaría que mi padre no se vaya sin haberle dicho 'te quiero'".
La relación distante con su padre fue lo que arrastró toda su vida. "Está bastante bien gestionado. El monstruito lo he metido en una caja para que sea energía y me ayude a hacer cosas. La otra parte me ha ayudado a ser más creativo. He aprendido que con esfuerzo, incluso las cosas más insalvables, como la timidez o el mal carácter, se pueden superar", añadía.
Lo pasó mal cuando fue muy criticado
En cuanto al trabajo, una de las peores experiencias que vivió tuvo que ver con unas declaraciones de becarios del mundo de la hostelería. "Me dijeron de todo. Eso sí que me hizo pupita. Llevo toda la vida creando equipos, currando para que yo y mi gente nos ganemos la vida de una forma justa y decente. Yo tengo a muy pocos chicos que hacen sus prácticas obligatorias en mi restaurante", decía, para añadir cómo le afectó: "Me llamaron explotador, me llamaron de todo. Yo, que soy el restaurante con tres estrellas que menos gente tiene en prácticas, me llevé todas las tortas".