Tanto el lado salvaje como el lado civilizado han recibido un pergamino que les ha traído malas noticias: "Supervivientes, habéis desatado la ira de los habitantes perdidos. Ellos son generosos con vosotros pero habéis desatendido sus reglas y se han visto obligados a castigaros. A pesar de que teníais prohibido hablar con los supervivientes del otro de la valla lo habéis hecho. Por este motivo, los habitantes perdidos han decidido quitaros dos latas de comida. Reflexionad sobre lo ocurrido. Recordad: la paz espiritual se busca en silencio".
Caras largas
En el caso del lado civilizado parecieron tomárselo algo mejor pero fueron tajantes: "Se acabó hablar en la valla", comentaba Alberto Isla. Francisco añadía: "Así aprendemos. No nos acercamos ni para saludar". En el lado salvaje, donde tienen mucho menos alimento, la noticia cayó como un jarro de agua fría y Fernando no dudó en quitarse las culpas: "No se sabe quien ha incumplido las normas". Mucho más compañeros fueron el Maestro Joao y Logan que consideraron que se lo merecían y que era normal que les hubieran castigado.