Galería: Galas de 'Supervivientes 2018'
'Supervivientes 2018' está siendo de lo más interesante puesto que no dejan de suceder cosas. En esta ocasión han sido los propios concursantes los que no han tenido demasiado cuidado a la hora de respetar una de las normas básicas en estos momentos. Los concursantes están separados en dos islas, el lado salvaje y el lado civilizado, y en medio tienen una valla de palos a través de la que solo pueden hablar en contadas ocasiones.
Es un 'garífuna' el que se encarga de tocar una concha a lo lejos cuyo sonido indica que pueden hablar a través de la vaya con los compañeros de la otra isla. Sin embargo, han utilizado algunas técnicas, como la de hablar entre ellos mismos pero al lado de la valla para que los de enfrente se enteren de las cosas y esto parece que no ha gustado demasiado a la organización.
Tanto el lado salvaje como el lado civilizado han recibido un pergamino que les ha traído malas noticias: "Supervivientes, habéis desatado la ira de los habitantes perdidos. Ellos son generosos con vosotros pero habéis desatendido sus reglas y se han visto obligados a castigaros. A pesar de que teníais prohibido hablar con los supervivientes del otro de la valla lo habéis hecho. Por este motivo, los habitantes perdidos han decidido quitaros dos latas de comida. Reflexionad sobre lo ocurrido. Recordad: la paz espiritual se busca en silencio".
Caras largas
En el caso del lado civilizado parecieron tomárselo algo mejor pero fueron tajantes: "Se acabó hablar en la valla", comentaba Alberto Isla. Francisco añadía: "Así aprendemos. No nos acercamos ni para saludar". En el lado salvaje, donde tienen mucho menos alimento, la noticia cayó como un jarro de agua fría y Fernando no dudó en quitarse las culpas: "No se sabe quien ha incumplido las normas". Mucho más compañeros fueron el Maestro Joao y Logan que consideraron que se lo merecían y que era normal que les hubieran castigado.