Coman, el guineano vasco, llegaba a la isla para encontrar lo que siempre había soñado, "la madre de sus hijos" ya que en el País Vasco, donde reside, no lo ha podido encontrar aún. Lo que no esperaba era encontrarse con una bisexual que haría romper el termómetro del paraíso.
Tras un largo día y una botella de vino, Coman, que estaba muy cómodo, decidió robarle un beso a Esther, el cual ésta le devolvió. Y después de un primer día repleto de amor, el vasco y la granadina se iban a dormir.
Esther le roba un beso a Ana
La presencia de Ana encandiló a Coman aunque no se sabe si le agradó más a Esther. La granadina admitió que le gustaba Esther y reconocía ser bisexual tras varios escarceos con mujeres. El vasco y la malagueña se quedaron a cuadros.
Por la noche y después de un dia repleto de citas 'calentitas', Esther decidía enfríar el ambiente pasándose unos a otros un hielo con la boca. Pero la granadina tenía una segunda intención, ¡robarle un beso a Ana!. "Creo que con Ana tengo más cosas en común que con Coman y me quedo con ganas de quedarme con ella en la isla y conocerla un poco más" declaraba Esther.
Coman elige a Ana
Finalmente, sonaba la campana que obligaba a Coman a decidirse entre Esther o Ana, "la noche y el día" como él mismo apuntaba. "Por primera vez he tenido la sensación de llevar toda la vida conociendo a alguien" comentaba Coman al elegir a la malagueña tímida, Ana. Tras despedir a Esther, a la nueva pareja le tocaba tener una última cita vestidos en la que la malagueña decidiría si quiere continuar con el vasco o volver para Marbella con una nueva experiencia.
Ya vestidos y tras la pregunta de la presentadora Mónica Martínez, Ana, segura de que el vasco era su Adán, quiso proseguir la aventura que había comenzado en la isla.