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Carmen Alcayde se ha llevado un buen disgusto en 'GH VIP 8'. La concursante ha recibido una caja con ropa de invierno, como suelen hacer con todos los concursantes teniendo en cuenta todo el tiempo que pasan en la casa, con tan mala suerte que había una clara ausencia en esa caja: un vestido muy preciado para la concursante. Al principio todo llevaba a pensar que se trataba de una prenda real pero nada más lejos de la realidad.
Según parece, Carmen Alcayde tendría un novio fuera de 'GH VIP 8' con el que llevaría un mes saliendo y el vestido iba a ser la manera de saber si todo estaba bien fuera. Si el vestido llegaba con las prendas de invierno es que todo estaba bien y, si no lo hacía, es que las cosas no estaban como esperaba. Pues bien, ese vestido no estaba en la caja y el disgusto dio lugar a una situación cómica.
La concursante se desahogaba con Albert Infante, al que le costaba pillar el asunto: " Me gustaba ese vestido. Lo había estrenado y solo tenía un mes. Yo quería ese vestido. Ese vestido ya no está. Si yo te contara ese vestido lo bonito que es", decía Carmen Alcayde. Su compañero le respondía: "Y yo sin pillarlo", mientras que ella, rápidamente le pedía que dejara de decir lo de la pillada para que el código siguiera siendo secreto.
Respuesta feliz
Albert no dudaba en decirle que "el vestido está ahí loco" pero Carmen Alcayde seguía inmersa en su pena y decía: "En un mes ese vestido ya no está". Ya metido en la comedia, Albert le decía: "Te digo yo que ese vestido tendría que haber pasado algo que no ha pasado para que ese vestido no estuviera como yo vi ese vestido en la tienda". Ella no estaba de acuerdo y le respondía: "Ese vestido se lo podrían haber llevado. Tienen pocas unidades en la tienda".
Sin embargo, la vida todavía tenía una nueva sorpresa para Carmen Alcayde y era Naomi la encargada de transmitírsela. La concursante estaba en el jardín cuando llegaron unos gritos del exterior que decían: "¡Carmen, tu vestido está aquí!". Al contárselo, no podía evitar pensar incluso que era mentira pero, al ver que era verdad, no podía contener la emoción y se ponía a saltar por todo el jardín llena de felicidad.