Por su parte, la primera hacía el esfuerzo y aparecía de manera significativa haciendo una videollamada con el presentador. En cambio, la segunda, se dijo con anterioridad que se encontraba lo suficientemente bien como para aparecer en el programa. Pero apenas 48 horas después del rodaje del programa -que tuvo lugar el domingo 24 de abril-, Quinn reaparecía públicamente durante el rodaje de otro proyecto, lo que hacía dudar que realmente estuviese enferma y no una excusa para no tener que volver a reunirse con sus compañeros.
Y es que era precisamente durante este programa especial en que se hacía público algo esperado por muchos y es que Quinn ya no formaba parte del Oppenheim Group: "No hay sitio para ella", aseguraba Jason, uno de los CEOs, después de darse a conocer que la hasta ahora agente inmobiliario había intentado sobornar a un cliente de una de sus compañeras y enemigas, Emma, para que dejase de trabajar con ella. En cambio, Jason dejaba la puerta abierta a una reincorporación si lo hacía con unas buenas mansiones millonarias bajo el brazo.
"Por supuesto que no hay sitio para mí"
En más de una ocasión desde que se estrenó la temporada 5 del reality que le dio la fama, Quinn aseguró que todo el drama que sirvió de cierre para los episodios y también para su etapa en 'Selling Sunset' no era más que otra mentira para aumentar el drama y dejarla como la mala de la película en contra del resto de sus compañeras. Sea como fuere, ahora ya forma parte del pasado y el reality sigue, al menos, con una temporada más.