La primera hoguera de los chicos en 'La isla de las tentaciones 4' dejó a un Álvaro severamente tocado por ver las imágenes de su chica, Rosario, manteniendo una complicidad con Suso. La verdad es que todos los chicos terminaron su hoguera muy sorprendidos por las imágenes que vieron. Esta edición, como novedad, los chicos tenían la opción de activar o no la Luz de la Tentación, pudiendo cambiar su elección en cualquier momento. Mientras que las chicas optaron por ser precavidas y activarla, los chicos se aplicaron el refrán "ojos que no ven, corazón que no siente" y, por tanto, la dejaron apagada.
Una vez sentados frente a la tablet, quedaron muy impresionados al ver todo lo que el programa tenía para ellos. Tal fue la reacción de Álvaro al ver las imágenes de su chica, que Sandra Bareneda les recordó la opción de activar la Luz de la Tentación: "Os recuerdo que no habéis activado la luz de la tentación y por ese motivo no habéis tenido ninguna señal de lo que ocurre en la otra villa ¿Queréis activar la luz de la tentación o no? ".
Álvaro uno de los más damnificados de la noche miró a sus compañeros pidiendo activa la luz, pero el primero en pronunciarse sobre la decisión fue Darío, el cual dejó todo el peso a su compañero. Los demás chicos se unieron a él y dejaron que todo dependiese de la decisión de Álvaro. "¿Queréis que decida yo? Actívala, Sandra", respondió.
La presentadora del programa les recordó el funcionamiento de la alarma, cada vez que sus novias cruzasen los límites marcados por ellos, sonaría. Darío advirtió a sus compañeros que la alarma les cortaría todo el rollo en la villa.
Primera alarma en Villa Playa
Tras tomar la decisión y volver de la hoguera, fue el turno de montar una fiesta en ambas villas y esperar a que sonase o no la Luz de la Tentación. En Villa Paraíso las chicas y los tentadores decidieron jugar, de nuevo, a la botella y la primera en participar fue Rosario que, a petición de sus compañeras, tuvo que comerle el cuello a Suso. Esto provocó que se activase por primera vez la alarma en Villa Playa, dejando a todos los presentes con mal sabor de boca y especulando sobre si era su chica la que había hecho sonar la alarma.