El domingo 3 de marzo era un día señalado en el calendario desde que el pasado jueves 22 de febrero varios medios italianos como 'Corriere della sera' o 'Vanity Fair' confirmasen que Chiara Ferragni y Fedez habían puesto fin a su relación y que el rapero ya no vivía en el hogar familiar. Este día sería la primera aparición pública de la influencer en televisión concediendo una entrevista en la que se esperaba que abordase todas las crisis que asolaban ahora su vida, también el 'Pandoro Gate'. En su entrevista con precisamente el 'Corriere della sera', concedida días antes de la noticia de la ruptura, se abordaba vagamente cómo estaba con el rapero, pero parecía callar más de lo que decía.
Llegaba al plató de 'Che Tempo Che Fa' con Fabio Fazi vestida de negro y un top blanco y un maquillaje discreto, lo esperado para una entrevista en la que el argumento principal sería las emociones de la propia Chiara Ferragni en medio de una crisis persona y pública sin precedentes. " Quiero ser yo misma, con todas mis fragilidades ", decía en sus redes sociales horas antes. La italiana sabía que podía romperse en cualquier momento de la conversación, por eso también fue preparada para ello llevando consigo sus propios pañuelos. Parecía que no se había perdido detalle alguno antes de colocarse delante de las cámaras.
"¿Momento de distanciamiento con Federico? A ver, no lo sé"
Uno de los temas a abordar fue precisamente su acutal situación con Fedez. Se había dicho ya que el rapero se había ido de casa, ambos habían reaparecido públicamente por separado -bueno o así los habían pillado los reporteros que los siguen desde hace una semana- y hasta se aseguró que habían tenido un encuentro con sus abogados y que la cosa había sido bastante tensa. Chiara Ferragni, ahora, evitaba pronunciar la palabra 'ruptura' o 'divorcio'. " ¿Momento de distanciamiento con Federico? A ver, no lo sé ", reconocía.
" Hablamos porque somos dos adultos que nos amamos y no es que vayamos a cerrar nuestros lazos de la noche a la mañana. Es un período de crisis, también las hemos tenido en el pasado. Esto es un poco más fuerte así que veamos, no lo sé", era lo máximo que se atrevía a decir dejando en el devenir de los tiempos el qué ocurrirá finalmente con la que fue la gran historia de amor italiana de la última década.
Lo que sí quiso negar la empresaria italiana era que todo lo que tenía que ver con su matrimonio fuera una estrategia para desviar la atención de la otra polémica que la asola, el 'Pandoro Gate' : "Detrás de cada movimiento que hago se piensa que hay un equipo de expertos, pero no es así. No es una estrategia. No hay diferencia entre el mundo real y el virtual ", reconocía sobre la forma en la que ella y Fedez quisieron desde el principio llevar su relación de cara a sus seguidores: " La privacidad no existe pero nosotros lo decidimos. Cuando nos conocimos fue un boom en las redes sociales porque cada uno hablaba del otro a su manera".
Por eso ahora mismo solo puede intentar sobrellevar esto con la mayor naturalidad posible que pasa por darse tiempo a sí misma alejada de las redes y ahora refugiándose en sus dos hijos, Leo y Vittoria -pero no en su todavía marido-: " Ojalá supiera cómo salir de esto también. Hay personas que te entienden al 100% y luego hay otras personas que ven algo mal, pero eso es parte del juego de las redes sociales. No puedo hacer mucho al respecto, no existe una varita mágica para eso ".
"Se podría pensar que alguien como yo estaría preparada para una ola de odio como esta"
Y esto conducía directamente al otro tema de la noche: su cituación judicial. El pasado mes de diciembre la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCOM) multaba a sus empresas con un 1 millón de euros por una "práctica comercial incorreacta" por la venta de su famoso Pandoro, el dulce típico navideño en Italia en colaboración con la empresa de alimentación Balocco. Tras esto, otras tres colaboraciones benéficas suyas están bajo investigación por la Fiscalía de Milán por el mismo motivo.
Sobre esto lo primero que destacó fue la virulenta ola de odio que lleva recibiendo desde hace ya dos meses: " Se podría pensar que alguien como yo estaría preparada para una ola de odio como esta, pero nada te prepara para la violencia de ciertos ataques", reconoce. Ferragni vuelve sobre sus palabras y asegura que ella había hecho esta colaboración -de las otras no se pronuncia de momento- "de buena fe", como "una obra de caridad", pero está claro que algo ha fallado: " Si algunas personas no lo entendieron así, significa que las cosas deberían haberse explicado mejor ", sentenciaba como había hecho días atrás en su entrevista para 'Corriere della sera'.