Según la versión de Hernández, su compañera iba hablando por teléfono y al entrar al plató se tropezó con un bordillo: "Nunca he empezado un programa de esta manera. Pocos minutos antes de empezar, estaba haciendo unas pruebas de sonido cuando he visto a Chelo literalmente volar por los aires", contaba el presentador. Hernández también ha hecho saber que el corte que Chelo García Cortés se había hecho no dejaba de sangrar abundantemente.
Tranquila y serena
A pesar de la cara de dolor que la presentadora tenía cuando era trasladada en silla de ruedas hasta el exterior, Chelo García Cortés abandonaba tranquila los estudios: "Estoy bien", afirmaba a Kiko Hernández. Además la colaboradora ha confesado que no es ella quien le preocupa: "No me duele, mi única preocupación es Marta. Que no se entere Marta". Finalmente la colaboradora ha abandonado el hospital tras recibir 28 puntos de los que se recuperará rápidamente ya que el corte no ha sido muy profundo y no ha llegado al tendón, algo que temía el equipo médico que atendió a la colaboradora en el plató.