El capítulo 11 de 'En el nombre de Rocío' no ha dejado indiferente a nadie, pero mucho menos a José Antonio Rodríguez. El marido de Gloria Mohedano ha sido uno de los grandes damnificados del episodio, ya que no solo se ha destapado su pasado y de cómo llegó a trabar en Telefónica cuando él simplemente era aparejador, sino que también ha quedado retratado por las actitudes y exigencias mantenidas durante el reparto de la herencia de Rocío Jurado, que se llevó a cabo entre 2006 y 2008.
Durante los meses en que se desarrollaron las negociaciones del testamento de la cantante, se destapó una de las informaciones que más influyeron posteriormente en la relación familiar de diversos miembros del clan Mohedano: Amador tenía una deuda con Hacienda de 500.000€. Esto supuso todo un shock para su mujer, Rosa Benito, que llegó a afirmar en Telecinco en varias ocasiones que conocer la ruina de su propia familia había sido uno de los grandes motivos que le llevaron a la separación de su marido. Sin embargo, no fue la única perjudicada, puesto que Rocío Carrasco también lo fue.
Rocío Carrasco, la única salvación de Amador
Después de conocerse la triste y ahogante situación de Amador Mohedano, la familia con José Antonio Rodríguez al frente considera que hay que ayudarle a salir del pozo en el que se había metido, con la finalidad de que no cayera en la más absoluta ruina. " Se habla de que hay que darle una solución para que Amador pueda pagar los 500.000€ de Hacienda, y que la única solución existente es que mi sociedad pida un préstamo, ponga como aval la nave de Amador, que yo firme eso y eso se haga así ", confiesa Rocío Carrasco al respecto.
No obstante, la hija de 'la más grande' desvela que no estaba de acuerdo con la propuesta que le estaban haciendo, ya que supondría un grave perjuicio para ella, por lo que en un primer momento se niega a aceptar lo que verdaderamente era una exigencia del marido de su tía Gloria Mohedano, que no dudó en posicionarse a favor de su cuñado, aunque eso supusiera llevarse por delante a la heredera universal de Rocío Jurado, con la que cada vez había más tirantez conforme avanzaba el reparto de la herencia.
José Antonio chantajea a Rocío Carrasco
Debido a la negativa de Rocío Carrasco, su tío recurre al chantaje con la finalidad de hacerle torcer el brazo. " Me dice José Antonio: 'o lo haces, o se va a enterar todo el mundo, y te vamos a liar una... que te espera una buena' ", refiriéndose en el capítulo 11 de 'En el nombre de Rocío' que si no aceptaba las condiciones para que Amador Mohedano pudiera satisfacer la deuda con la Agencia Tributaria, iban a ir a los medios de comunicación y narrar todo lo que estaba ocurriendo, como finalmente han acabado haciendo con el tiempo.
Tras escuchar este órdago lanzado por su tío, Rocío Carrasco no se amedrentó ni dudó en responder ante esta presunta amenaza, contestando a José Antonio Rodríguez que " ¡Haced lo que os salga de la polla a los dos! ", tras lo cual abandonó la notaría y se marchó para casa. Sin embargo, Fidel Albiac le hizo reflexionar, ya que afirma la protagonista de la serie documental que le dijo " Rocío, es tu tío, pide esa hipoteca, hazlo que tienes primos pequeños ", lo que le hizo recapacitar, ceder y firmar la hipoteca. Gracias a ello, Amador pudo salvar sus propiedades y evitó que s familia cayera en la ruina. A cambio, le ha pagado con años de desprecios y acusaciones en platós de televisión, y solo Rosa Benito agradeció una vez en 'Sálvame diario' a Fidel y Rocío que les ayudasen en un momento tan crítico para ellos.
Ortega Cano también cedió parte de la herencia
Rocío Carrasco no fue la única que tuvo que ceder a las exigencias de José Antonio Rodríguez y Amador Mohedano durante el reparto de la herencia. Lo cierto es que una de las fincas de Chipiona, 'Los Naranjos', que habían sido legadas al 50% a Amador y Gloria Mohedano, representaba un legado excesivo, por lo que durante el reparto se creyó que lo mejor era disminuir el porcentaje para cubrir la legítima de los hijos de Rocío Jurado, es decir, de Gloria Camila, José Fernando y Rocío Carrasco.
No obstante, algo debió ocurrir, como así afirma la hija mayor en 'En el nombre de Rocío', para que José Ortega Cano decidiera renunciar en nombre de Gloria Camila y José Fernando al porcentaje de la finca que legalmente les correspondía, un movimiento que beneficiaba a Amador y Gloria Mohedano. Cabe recordar que esta última se había ido a vivir con el torero a Yerbabuena para ayudarle con el cuidado de los menores, aunque Rocío Carrasco crea que lo hacía por puro interés. Tras ello, la heredera universal decidió también renunciar a su parte, aunque aquello le perjudicase, y tampoco nunca le fue agradecido como merecía.