La cantante ha contado una de las cosas que más angustia le produce después de un incidente que tuvo en uno de sus videoclips.
Chanel Terrero se ha sentado en el plató de 'El Hormiguero' para hablar de cómo le ha cambiado la vida desde que acudió a Eurovisión 2022, festival en el que quedó en tercera posición. Ahora ha hablado de sus nuevo proyectos, entre los que se encuentra su nueva canción 'Clavaíto', su canción con Abraham Mateo.
Ha sido a raíz de hablar de esta canción cuando ha contado algo que le sucedió en la grabación del videoclip de este tema, pidiendo ayuda para superar el trauma que tiene desde entonces y que tiene que ver con la muerte. "Tengo un trauma, atragantarme con mi propia saliva", ha confesado a Pablo Motos en el plató. "Que se me vaya por otro lado, ahogarme y morir. Es que me agobio y se me cierra la laringe. Pido ayuda a todos los psicólogos de España para que me ayuden", ha dicho, siempre con sentido del humor. En concreto esto le ocurrió en una escena del videoclip en el que aparece con una chocolatina. "Me estaba comiendo una chocolatina y con todo mi equipo a las 3 de la mañana en una furgoneta a oscuras, me la tomé y la saliva se me fue por el otro lado. Estuve unos minutos sin poder respirar", ha añadido.
En el momento en el que eso le ocurrió, en vez de pedir ayuda, se apartó del grupo. "No podía respirar, me tengo que ir sola porque me angustio. Acabé delante de la furgoneta en el suelo, intentando concentrarme buscar un hilo de aire", ha contado, y ha dicho que nadie se extrañó de que estuviera en el suelo porque creían que así estaba celebrando que todo había salido bien. Lo que le pasa tiene nombre
"En su momento me llevaba el Ventolin por si acaso. Esto es muy psicológico. El cerebro me hace pensar que voy a morir ahogada con mi propia saliva", ha remarcado. Y no es una tontería, porque lo que le pasa a Chanel Terrero tiene nombre y se conoce como 'fagofobia'. Se trata de un trastorno que se produce cuando el hecho de tragar saliva le produce angustia y generalmente se tiene cuando se ha atragantado previamente con algún alimento.