Era una de las mayores preocupaciones antes de que tuviese lugar Nochevieja, fecha en la que se acostumbra a celebrar grandes fiestas para celebrar la llegada de un nuevo año. Algo que no sería extraño si no fuese porque un gran número de países en todo el mundo siguen sumidos en la pandemia del Coronavirus con miles de contagiados e incluso cientos de muertos al día a causa de esta enfermedad. Y a pesar de que se detectaron menos que otros años, desgraciadamente han ocurrido.
Y de forma totalmente inesperada, una de ellas ha sido muy polémica por salpicar de forma directa a una conocida televisiva: Leticia Sabater. La cantante tiene en venta desde diciembre de 2018 un chalet situado en Villafranca del Castillo, a las afueras de Madrid. Mientras encuentra un comprador, Sabater suele tenerla alquilada para quien quiera pasar una o más noches en la que un día fue su casa y que cuenta con todo lujo de detalles.
Eso fue lo que ocurrió la pasada noche del 31 de diciembre, cuando una persona se hizo cargo de la casa de 400 metros cuadrados en una parcela de 2.000 metros cuadrados para celebrar Nochevieja. Lo que parecía no esperarse la arrendataria era que esa persona iba a organizar una fiesta ilegal con más de 6 persona y que sobrepasaría, de largo, el toque de queda establecido para la 1 y media de la madrugada.
Una fiesta que se ha prologado hasta el día 2
La gravedad de lo ocurrido era tal que la fiesta se ha prologado incluso hasta el día 2 de enero de este mismo año. Tal y como ha podido saber en 'Viva la vida' a través de fuentes policiales, allí se habrían reunido hasta 60 personas. Por su parte, Leticia Sabater tenía constancia de que su inmueble se iba a producir una cena de tres parejas dentro de la legalidad.
Un reportero y un cámara del programa de Telecinco ha estado haciendo guardia a las puertas de la propia casa y han podido hablar con la protagonista de esta historia, que salía de su propia casa a primera hora de la tarde para tomar fotografías de varias bolsas de basura que se acumulaban junto a los contenedores del exterior. La cantante intentaba quitarle importancia a los hechos asegurando que "yo no tengo que defenderme de nada", eso sí, con un tono de evidente enfado.